Por escuela que cayó, 4 años para Cárdenas
La Fiscalía obtuvo una condena de 4 años de prisión para el exintendente de Lambaré Roberto Cárdenas y otras tres personas por lesión de confianza de más de G. 266 millones y por el derrumbe de aulas del Colegio Nacional de la ciudad.
El Tribunal de Sentencia integrado con los jueces Javier Sapena, Miguel Ruiz y Liz Ramírez, condenó en la tarde de ayer a la pena privativa de libertad de 4 años de prisión al exintendente de Lambaré Roberto Cárdenas Ramírez (ANR, cartista), al hallarlo responsable del desvío de fondos del Fonacide, que fue utilizado en la construcción de aulas sobrefacturadas y que luego, como consecuencia de las deficiencias en su construcción, se derrumbaron.
Es su tercera condena y aun así no irá a prisión, ya que aun no están firmes y goza de medidas alternativas a la prisión.
En el juicio oral igualmente fueron condenados a 4 años de cárcel Guido Fernando Salcedo, administrador del Colegio Nacional de Lambaré, y a dos años de cárcel, pero con suspensión a prueba de la ejecución de la condena fueron sentenciados Vicente Acosta Gibbons, director del Colegio Lambaré, y Francisco Javier Villalba Cantaluppi,
quien aprobó por la comuna lambareña los planos referenciales de la obra.
No fueron juzgados por actividades peligrosas en la construcción, el responsable de la obra Alejandrino
Duarte y el funcionario de la Municipalidad, arquitecto
Carlos Mendieta, por estar prófugos y en rebeldía.
Los fiscales del caso, Teresita Torres, Carina Sánchez y Luis Said, indicaron que el hecho punible determinado de lesión de confianza no fue aplicada en la modalidad agravada porque el daño patrimonial no fue considerable.
El perjuicio patrimonial al Estado a través de la maniobra realizada por los ahora condenados fue de G.
266.730.000, cuyo monto fue proveído por Fonacide.
Además de estar sobrefacturada, la estructura cayó sobre los alumnos en clase.
El Tribunal de Sentencia consideró el monto total del fondo desviado como daño patrimonial, no así solamente la diferencia del sobrecosto, porque además del aula que cayó el techo, también tuvieron que demoler las demás aulas del colegio porque no presentaban garantías de seguridad.