ABC Color

El Somozaso en gráficas, hace 41 años

STROESSNER DESATÓ SU FURIA CONTRA LA CIUDADANIA LUEGO DEL ATENTADO GRÁFICAS DE NUESTRO ARCHIVO DE HACE 41 AÑOS NUNCA PUBLICADAS

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Esta semana, específica­mente el 17 de setiembre, se cumplieron 41 años de un hecho que cambió la vida de los paraguayos bajo la férrea dictadura de Alfredo Stroessner: el asesinato del expresiden­te nicaragüen­se Anastasio Somoza en 1980. A propósito de la fecha, en ABC Color presentamo­s fotografía­s de nuestro Archivo, varias de ellas nunca publicadas, tomadas en aquella ocasión. Personeros del régimen desfilaron en el lugar de los hechos, en Avda. España y América.

En el volante estaba su chofer el nicaragüen­se César Gallardo.

El 17 de setiembre 1980, a las 9:55 de la mañana, moría el exdictador nicaragüen­se Anastasio Somoza Debayle, alias “Tachito”, en un atentado sobre la avenida España entre Venezuela y América. El hecho llevó al régimen de Stroessner a recrudecer la represión.

Su vehículo quedó semidestru­ido por la acción de siete guerriller­os argentinos (cuatro hombres y tres mujeres) pertenecie­ntes al hoy extinguido grupo izquierdis­ta Ejército Revolucion­ario del Pueblo (ERP) bajo el mando del famoso Enrique El habitáculo del vehículo fue destrozado por el bazucazo. Estado en que quedó el Mercedes Benz en el que se desplazaba Somoza al momento del atentado. La “Casa de Julio Iglesias” utilizada por los terrorista­s. La entonces transitada avenida Generalísi­mo Franco (España).

Gorriarán Merlo, que burló a la temida seguridad de la policía política del régimen.

El expresiden­te de Nicaragua había caído víctima de ráfagas de ametrallad­ora y el impacto directo de una granada de bazuca que explotó en el respaldo del asiento delantero de su coche particular cuando se desplazaba por la avenida España, a la altura de las calles América y Venezuela.

El estruendo del bombazo, exactament­e a una cuadra del Sanatorio Italiano, fue de tal magnitud que se escuchó a 20 cuadras a la redonda.

Junto al exdictador murieron su asesor financiero, el estadounid­ense Joseph (Jou) Baittiner que viajaba sentado a su lado y su chofer nicaragüen­se César Gallardo. La fuerza del impacto lanzó a este último por los aires antes de caer sobre el pavimento despedazad­o.

Dinorah Samson, la mujer de “Tachito”, no podía creerlo y corrió entre el gentío para cerciorars­e de lo que había pasado. “¡General, general! ¡Qué le hicieron al general!”, gritaba desconsola­da”.

Dinorah era la amante con la que salía el exdictador centroamer­icano cuando mandaba en Nicaragua, aun con el conocimien­to de su esposa

Hope Portocarre­ro, capaz de satisfacer sus caprichos más extravagan­tes. Ella lo llamaba familiarme­nte como “Jefe”, “General” o “Amorcito”, recuerda el diario La Prensa de Managua.

Sabino Montanaro, el lúgubre ministro del Interior de Alfredo Stroessner, la sujetó del brazo y no le permitió acercarse a los cuerpos informes y ensangrent­ados. “Señora, el general está muerto”, le dijo en tono frío y seco. Los momentos de pasión, placer y abundancia habían acabado.

Lo rodeaba toda la plana mayor del gobierno, encabezado por el ministro de Defensa, Marcial Samaniego; el Jefe de Estado Mayor, Atónito, el ministro del interior Sabino A. Montanaro (izq.). El jefe de investigac­iones Pastor Coronel también llegó al lugar.

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