El “abogado leopardo” es imputado por portar armas de grueso calibre
Venancio Valentín Domínguez, el “abogado leopardo”, fue imputado por detentación de armas de fuego de uso privativo de los órganos de defensa y seguridad del Estado, producción de riesgos comunes y resistencia. El mismo fue detenido por portar armas de grueso calibre.
Domínguez negó que el arma, un fusil M4, haya estado en su poder y aseguró que solo fue encontrada a “unos metros de él”.
“No se encontró nada en el habitáculo de mi vehículo. Es totalmente falso. Supuestamente, el personal interviniente encontró el arma en la vía pública, ni siquiera por mí. La única arma que tengo es un arma legal, una pistola que por arte de magia desapareció, que es la mía. Las demás yo desconozco su procedencia”, afirmó el “abogado leopardo”, quien ganó notoriedad luego de que no se le haya dejado entrar a una audiencia por su llamativa vestimenta (traje azul con diseño de leopardo).
“Yo no soy ningún delincuente, no tengo antecedentes, nunca fui procesado y no entiendo por qué hay un aparatoso operativo siendo que yo nunca me resistí”, se defendió.
“Yo porto arma porque tengo muchas amenazas de muerte y es zona roja el bañado Tacumbú; todos andan armados ahí”, dijo.
Respecto a la información sobre su supuesta vinculación con el microtráfico, indicó: “Es totalmente falso. Yo soy abogado, no tengo nada que ver con el microtráfico”.
“La otra arma es de mi amigo Sergio Francia y esa tiene documentos que fueron presentados al fiscal. El M4 se encontró en la vía pública, ni siquiera estaba en mi poder”, añadió.
En cuanto al motivo de su presencia en el lugar en el que fue detenido, sostuvo:
“Yo acababa de llegar al lugar; cuando me senté llegaron los intervinientes, tengo entendido que los Lince tienen todo filmado. ¿Por qué no muestran esos videos? Ellos llegaron y yo obedecí a todo lo que me dijeron”.
Domínguez fue detenido el domingo en la zona del bañado Tacumbú junto con otras cinco personas, una de ellas con antecedentes por homicidio doloso y coacción sexual. Estas personas llegaron a bordo de una camioneta Toyota de color blanco con el capó negro. Supuestamente, según la versión policial, estas personas intentaron reaccionar con las armas que portaban (un fusil M4 calibre 5.56, dos revólveres de calibre 38, otro de calibre 32 y una pistola de 9 mm, todas con municiones). Cuando llegó otro contingente policial, estas personas se rindieron y arrojaron las armas a cierta distancia.