Chiquitunga Vuelve con la primavera
En coincidencia con la llegada de la primavera, arribaron ayer al país las reliquias de primer grado de María Felicia de Jesús Sacramentado, la beata Chiquitunga. Vinieron en dos cofres desde Roma luego de tres años y fueron recibidos en medio de mucha emoción por familiares y devotos. Ahora se encuentran en el templo de las Carmelitas Descalzas, su congregación. Uno de ellos, el más pequeño, será peregrino y recorrerá el país. Se espera un milagro más para que sea santificada.
Familiares, devotos y autoridades dieron ayer un cálido recibimiento a las reliquias de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado “Chiquitunga”, que retornaron al país luego de tres años. En la ocasión, destacaron la labor servicial de la que fue monja de Carmelitas Descalzas.
Con flores, globos y alabanzas, los familiares, amigos y jóvenes recibieron con júbilo las reliquias de primer grado (restos óseos) de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga. Los cofres provienen de Italia y arribaron el día de la Primavera y la Juventud al aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi alrededor de las 05:00 de ayer. Luego a las 06:00 el arzobispo de Villarrica, Mons. Amancio Martínez ofició la misa, en la que afirmó que “Chiquitunga entrega un mensaje especial a los jóvenes”.
Emoción a flor de piel
Visiblemente emocionados, hermanas, cuñado, y sobrinos de Chiquitunga, participaron del acto religioso para celebrar el retorno de las reliquias, cuyas urnas ya reposan en el templo de las Carmelitas Descalzas, congregación a la que perteneció en vida, la beata.
La recepción se dio con una emotiva caravana que fue acompañada por bomberos voluntarios, quienes ubicaron las reliquias en el carro y al son de sirenas llegaron al templo.
La hermana menor de Chiquitunga, Amarú Guggiari, manifestó que nunca imaginaron vivir todo esto. “Es muy fuerte”, dijo al recordar la manera en que su hermana le enseñó a orar y agregó que la ahora beata era muy alegre y sencilla”.
Los fieles abogan por la canonización como santa de Chiquitunga, para la cual se precisa de un milagro.
Basta un prodigio más para que sea santificada, explicó Mons. Edmundo Valenzuela, haciendo referencia a que el segundo caso, el del joven José Zaván (que sobrevivió a un accidente aéreo) fue documentada y está en análisis. La madre del joven sobreviviente, Blanca Vaccari, comentó que ella y su hijo guardan devoción a “Chiquitunga” y afirmó que vio una aparición de la beata mientras velaba por la salud de su hijo en el Hospital de Trauma. “Se hizo presente, le sentí hablando, vi su rostro”, dijo
Monja milagrosa
Nacida el 12 de enero de 1925, María Felicia Guggiari, quien adoptó el nombre religioso de María Felicia de Jesús Sacramentado, fue beatificada el 23 de junio del 2018. A Chiquitunga le atribuyen la intercesión de varios milagros. Uno de ellos, y el que dio lugar a la Iglesia Católica para que la proclamara beata, habría ocurrido en agosto de 2002, en el Hospital Regional de San Pedro, cuando Ángel, hijo de padres sordomudos, vino al mundo sin signos de vida. Fue cuando la obstetra Blanca Rosa Duarte –quien hoy trabaja en el hospital de Limpio–
elevó una oración a Chiquitunga y pidió por la reanimación del niño, que revivió, sin secuela alguna.
Las personas que quieran observar las urnas lo pueden hacer hasta el 28 de setiembre, en el monasterio, en la calle Nuestra Señora del Carmen, de Asunción.
Las reliquias habían sido enviadas en marzo de 2018 para el tratamiento de su conservación y se retrasó tres años en volver por la pandemia. Las urnas de la futura primera santa paraguaya partieron de Roma, Italia, hizo escala en Madrid y luego y llegó en vuelo directo de Air Europa.