¿Instituciones cómplices?
La identificación del narcotraficante Faustino Ramón Aguayo Cabañas como supuesto autor moral del cuádruple homicidio ocurrido en Pedro Juan Caballero hace 6 días fue precedida por una serie de escándalos propiciados por las propias instituciones estatales.
Por ejemplo, el citado capo vivía con su mujer en una celda vip que necesariamente tuvo que ser autorizada o consentida por funcionarios del Ministerio de Justicia.
La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, deberá aclarar o explicar lo ocurrido.
El Poder Judicial, a través del juez Mirko Valinotti, también fue blanco de severas críticas ayer por haber ordenado la remisión de Aguayo desde Asunción a Pedro Juan Caballero, supuestamente para que el capo pudiera recibir tratamiento médico.
El Ministerio Público, a través del fiscal Deni Yoon Pak tampoco se opuso en su momento al pedido de
Aguayo de ir a esa cárcel.
Las balas de fusil con las que fueron asesinados los jóvenes el sábado, entre ellos la hija del gobernador de Amambay, fueron fabricadas por la propia Dimabel de las Fuerzas Armadas, que se declaró incapaz de determinar cómo es que sus municiones terminaron en poder de mafiosos. Esta unidad militar está en la mira de la Fiscalía por la posible venta de las armas incautadas que son llevadas a su depósito.