Autoridades colombianas exhumarán cuerpos de niños raptados por FARC
GRUPO COMUNISTA SECUESTRÓ Y VIOLÓ A MILES DE MENORES
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) exhumarán la próxima semana cuerpos de las víctimas de reclutamiento forzado del grupo armado FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), en un cementerio del departamento colombiano del Caquetá.
En un comunicado conjunto, los organismos informaron que desde el próximo martes hasta el 30 de octubre “realizarán una intervención conjunta en el cementerio del corregimiento (caserío) de la Unión Peneya, del municipio de Montañita, Caquetá”, informó la agencia EFE.
El documento agrega que en ese lugar de Colombia hay “cuerpos no identificados de personas presuntamente desaparecidas en el marco del conflicto armado, entre ellos, niños y niñas reclutados ilícitamente por las antiguas FARC”.
La JEP y UBPD aseguran que sumarán esfuerzos para dar una respuesta rápida y adecuada a los familiares de
las víctimas del conflicto, especialmente a aquellos que aún buscan a menores de edad.
Igualmente, realizarán las labores necesarias para la recuperación de estos cuerpos y entregarlos al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, al que le corresponde identificarlos, y finalmente, entregarlos a sus familiares.
La UBPD fue creada por el acuerdo de paz que firmaron el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en 2016 con la responsabilidad de ubicar a más de 120.000 personas dadas por desaparecidas durante el conflicto armado.
Es, además, un mecanismo humanitario y extrajudicial
dentro del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición que, con el cumplimiento de su misión, contribuye a la satisfacción de los derechos de la verdad y la reparación de las víctimas del conflicto armado colombiano.
Entre enero de 1938 y julio de 2017 en Colombia desaparecieron al menos 124.697 personas, de las que más de 85.000 aún no han sido encontradas.
De ellas, al menos 25.140 fueron víctimas de desaparición forzada por la violencia desatada por los grupos comunistas que iniciaron acciones armadas, y que en algún momento fueron respondidas por otros grupos, que también se armaron, para combatirlos, según el Instituto Colombiano de Medicina Legal.
Uno de los cabecillas de las FARC, que enfrenta juicio por 8.000 casos, de niñas secuestradas, abusadas y luego entrenadas (lavándolas el cerebro) para defender a sus violadores, alegó que las menores, incluso nenas de corta edad, lo hicieron “de forma voluntaria”.
El excabecilla y actual senador, Julián Gallo, repitió lo mismo que otros jerarcas de ese grupo han dicho, que las niñas se unían al grupo, donde eran violadas sistemáticamente, “de manera voluntaria”.