Fernández niega “negligencia”
El presidente de la Dirección Nacional de Aduanas (DNCP), Julio Fernández, dejó por escrito sus respuestas a más de 27 consultas que debieron haber hecho los diputados en una interpelación, que fue frustrada por una mayoría de colorados y liberales que dejaron sin quorum la misma.
Fernández negó que la institución a su cargo haya incurrido en negligencia al no haber contratado ningún tipo de seguro para precautelar las mercaderías decomisadas, cuyo valor aproximado sería de G. 18.000 millones, que se encontraban bajo guarda y custodia, en jurisdicción y predio aduanero arrendado a la firma Cigal SA, situado en la ciudad de Mariano Roque Alonso.
Fernández responde que no incurrieron en negligencia ni la institución ni el personal de seguridad de la empresa privada ni el personal policial. Asimismo, menciona que la institución no estaba obligada a contratar un seguro, ya que antes de su comercialización los bienes caídos en comiso no formaban parte del patrimonio institucional, incluso señala que si contrataba un seguro allí si iba a incurrir en negligencia en violación al Código Aduanero.
Acerca del pedido del senador Martín Arévalo (ANR) para el ascenso de un funcionario, menciona que Miguel Ángel Medina Prieto actualmente se desempeña como Jefe de División y que el parlamentario pidió que ocupe el cargo de Administrador de Aduana de Terport, siendo que el despacho que presenta el chofer que transportaba el contenedor en infracción aduanera se encuentra suscripto por el mismo Medina.
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Por fin hoy se inicia el juicio oral para el acusado diputado Tomás Rivas (ANR, HC), el de los “caseros de oro”. Pero por razones de “embotellamiento” televisivo no se podrá transmitir. Vivos son estos chicos de la Corte. No se quieren pelear con el “Patrão”.
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Mientras varios legisladores están con ganas de seguir haciendo proselitismo con el dinero de los contribuyentes, se anuncia de vuelta la suba de los combustibles con graves secuelas en otros sectores como la carne vacuna, etc.
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Si los parlamentarios no saben leer la temperatura social, no merecen estar sentados en sus bancas. Creen que la vida política se reduce solo a prebendas.