Insostenible sistema sanitario
La muerte de una enfermera por la explosión de un equipo médico generó ayer la manifestación de médicos y enfermeras, que se congregaron frente al Hospital de Mariano Roque Alonso. El peritaje comenzará hoy, según Salud Pública, que dice que el mantenimiento del aparato estaba en regla. La directora del nosocomio insinúa imprudencia de la víctima.
Trabajadores de la salud del Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso, acompañados de la Asociación Paraguaya de Enfermería y otros gremios de la salud, se manifestaron ayer para denunciar la precariedad de las condiciones de trabajo a que se enfrentan, y que el domingo último provocó la muerte de la enfermera Claudia Samudio.
Aunque el peritaje de las instalaciones apenas inició, aparentemente un montaje eléctrico mal realizado sería el detonante de la explosión de una máquina biomédica de esterilización, según los médicos y enfermeros.
Según denunciaron las enfermeras que prestan servicio en el nosocomio, a diario deben convivir con diversas máquinas biomédicas ante la falta de espacio para estos peligrosos equipos. Además, según indicaron, para que la instalación eléctrica no colapse deben, por ejemplo, desenchufar un aparato para hacer uso de otro.
Las enfermeras lamentaron también que en el hospital no exista un sistema de
evacuación que permita una salida rápida en situaciones similares. Acusaron a la directora del centro asistencial, Silvia Giménez, de supuesto nepotismo, ya que aparentemente contrató a varios familiares y nada hace ante las irregularidades.
Insinúan imprudencia de la víctima
En el marco de las investigaciones, peritos y funcionarios del Ministerio Público se presentaron ayer en el nosocomio. Pese a la importancia del suceso, anunciaron que recién hoy comenzaría el peritaje. Salud Pública informó, no obstante, que se trata de una máquina autoclave de la marca Celiton, modelo AC 470 y que su mantenimiento estaba a cargo de la firma La Casa del Médico SA.
No obstante, la doctora Silvia Giménez, directora del centro asistencial, dio a entender ayer, en entrevista con ABC TV, que la enfermera resultó víctima de la explosión porque de forma “imprudente” estaba sentada frente al equipo.
“La compañera estaba sentada enfrente, se escuchó la explosión y se vio afectada. Las demás personas no tuvieron ninguna lesión física y refieren que (la máquina) no tuvo desperfectos previos. No escucharon (antes) ningún ruido raro, no tuvo ningún error (previo) el equipo (sic)”, manifestó la médica.
Sobre la condición del equipo, el doctor Derlis León, director de Insumos Estratégicos de Salud Pública, explicó a ABC que el pasado 14 de marzo la máquina pasó por su último mantenimiento y que recién cuando haya culminado la investigación se podrán tener más detalles.
“El 14 de marzo se realizó el mantenimiento correctivo al equipo de 5 años de uso, con 10 años de vida útil. Estamos investigando todo lo ocurrido”, dijo León.
Keyla Denis, hija mayor de la enfermera Claudia Samudio, clamó ayer –en nombre de la familia– justicia para su madre.
Además de Keyla, la enfermera fallecida tenía otros cuatro hijos. “No hubo una mala manipulación, mi mamá no era una novata”, dijo la joven de 27 años, al tiempo de denunciar que su madre es una “víctima más” de las pésimas condiciones laborales que padece el personal de enfermería en todo el país.
Niega ser responsable del mantenimiento
Desde la firma La Casa del Médico SA, el abogado Hermann Weisensee confirmó ayer que ellos proveyeron aproximadamente hace siete años el equipo biomédico que explotó en el hospital de Mariano Roque Alonso, provocando el fallecimiento de la enfermera
Claudia Samudio.
Sin embargo, el representante legal aseguró que “nunca” fueron contactados por la cartera sanitaria para un mantenimiento del autoclave. Alegó
que ellos desconocen quiénes estaban a cargo del servicio, ya que hubo una licitación para la compra, pero ningún llamado para prestar el servicio de mantenimiento.