Denuncian que en barrio Obrero los pacientes padecen lentitud en servicios
La tardanza en la atención médica y la falta de medicamentos y mobiliarios, son denuncias frecuentes en el Hospital Barrio Obrero. Hasta el nosocomio llegan diariamente cientos de pacientes que deben soportar varias horas de espera parados o sentados en la vereda del centro médico.
La lentitud en la atención médica es el principal problema cuestionado por los usuarios del Hospital Barrio Obrero, dependiente del Ministerio de Salud Pública (MSPBS).
Los estrechos pasillos del nosocomio están constantemente abarrotados y, además, faltan mobiliarios, según denunciaron ayer a ABC quienes estaban a la espera de una consulta.
“Cuesta mucho conseguir un turno. Acá no podés venir a decir que necesitás un estudio urgente, debemos aceptar el protocolo del hospital”, lamentó Miriam Herrera, quien llegó hasta el nosocomio desde San Antonio.
La mujer tardó un mes en conseguir turno para estudios de colonoscopia y endoscopia, según dijo.
Asimismo, Mariela Valdez,
quien aguardaba con su madre, doña Rosa, para la atención médica con un clínico, comentó a ABC que el hospital tiene buenos profesionales médicos, pero que el tiempo de espera para consultar es demasiado.
“Los médicos son muy amables, pero se espera mucho para consultar. Siempre venimos acá ante cualquier inconveniente de salud y mínimo tenemos que esperar tres horas por la atención”, comentó Mariela. Aseguró además que el hospital público carece de medicamentos. “Tenemos que comprar todo. Ni Losartán (contra la presión alta) tiene”, lamentó la mujer.
Desagradable espera
Las madres de bebés prematuros que esperan en el nosocomio para vacunación, también reclamaron las horas de espera para que sus pequeños sean inmunizados con sus dosis de palivizumab, un biológico que se aplica a prematuros.
“Nos citaron a las 8:00, ya son las 10:00 y ahora comenzaron a vacunar. Nunca vengo a consultar a este hospital porque la atención es muy lenta, nunca se consiguen turnos. Pero como esta vacuna es especial, tuvimos que venir”, relató María Núñez, quien llegó desde Villa Elisa para dosificar a su bebé.
El grupo de madres con sus bebés recién nacidos debió aguardar más tiempo que el razonable en un estrecho pasillo. En el lugar no circula el aire y ni siquiera había un ventilador que hiciera más agradable la espera.
Los recién nacidos eran apantallados con sus libretas de vacunación.
Sin sala de espera y veredas llenas de gente
Otra de las críticas que se escuchó durante un recorrido por el hospital, es la falta de una sala de espera.
“Acá uno tiene que aguantar parado o salir a la vereda a sentarse en el suelo. No hay una sala de espera”, denunció un hombre que no quiso brindar su nombre.
Otro paciente, que aguardaba ser llamado para realizarse un estudio laboratorial, también lamentó la lentitud en la atención. “Se espera demasiado para ser atendido”, dijo.
En esa ala del hospital, donde además del área de laboratorio se realizan ecografías y se encuentra también el sector de atención pediátrica, los pacientes esperaban de pie en apretados pasillos.
“Llegué a las 8:00 para una ecografía, pero recién van a dar turnos a las 11:00. Estoy esperando”, dijo a ABC Adelaida López, quien llegó desde San Antonio y aguardaba –como muchos otros pacientes– en la vereda por falta de lugar y mobiliarios dentro del nosocomio.