Sequía golpea al sector productivo del Chaco
Productores del sector agro del Chaco Central enfrentan una dura crisis debido a la sequía por tercer año consecutivo. Hubo lluvias sectorizadas, pero no fue suficiente. Neuland registra 5.000 hectáreas de cultivos perdidos y si no llueve próximamente, la cifra podría escalar.
FILADELFIA (Natalia Ortiz, corresponsal). El responsable de la producción agrícola de la Cooperativa Neuland, Uwe Hutter, mencionó que a nivel de entidad tenían la intención de cubrir en los últimos meses 16.000 hectáreas con variados cultivos, de los cuales lograron plantar 13.000 hectáreas. El maíz fue el rubro mayoritario, pero debido al estrés hídrico en la zona, que va por tercer año consecutivo, gran superficie se está perdiendo.
“Hasta ahora son 1.300 hectáreas, pero esta semana cerraremos con 4.000 a 5.000 hectáreas más perdidas, de soja y chía”, indicó.
Añadió entre lo cultivado puntea el maíz, le siguen la soja y el sorgo, aunque hay productores que también plantaron chía y sésamo. Todos corren el mismo riesgo de perderse por efectos de la sequía, explicó.
Además del factor hídrico, el viento norte viene acompañado de temperaturas muy elevadas, lo que es un problema incluso para los productores que poseen sistema de riego, dijo.
“No es solamente la falta de lluvias una limitante, el problema es hasta para las empresas que poseen su propio sistema de riego; el factor considerable también son los vientos fuertes y la evapotranspiración muy alta, el sistema de riego tampoco solucionan todo”, agregó.
La parte ganadera también está directamente afectada. Los tajamares no se cargaron lo suficiente, las últimas lluvias buenas se registraron en noviembre del año pasado, pero la evaporación es bastante elevada por el calor, explicó Hutter.
“El productor está aún esperanzado poder levantar algo con las lluvias previstas para la semana entrante, la parte crediticia y de refinanciamiento seguramente tiene un plan, pero el productor todavía tiene la expectativa de cubrir costos”, expresó.
En cuanto al sector lechero, la situación es un poco más compleja, ya que también por la sequía la mayoría no pudo realizar el ensilaje. Esto obliga a que se que manejen mayormente con fardos de heno, dijo.
El precio promedio por fardo es de G. 120.000, pero en los momentos más críticos llegan a G. 380.000. Además, no se podían aprovechar en la totalidad porque muchos fardos venían con despojos y ramas imposibles de aprovechar, explicó.
Aunque el panorama es desalentador, Hutter subrayó que en uno o dos años buenos el productor puede recuperar su inversión y también sus pérdidas.
“El Chaco es así, con una temporada de buenas lluvias el productor recupera su inversión; en cuanto al maíz, con poco kilaje ya se cubre el costo de producción (...). Se puede cultivar muy bien en el Chaco, hay factores que se tienen que cuidar, los costos de producción son relativamente bajos y con buena lluvia es recuperable. El productor está insistiendo y esperando que haya mejoras”, finalizó.