Todo indica que sicarios mataron a las apuradas al fiscal Marcelo Pecci
TENÍAN OTROS SITIOS MÁS PROPICIOS PARA COMETER EL ATENTADO
Es lógico suponer que operó una organización para el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, a juzgar por el lugar elegido para el crimen, y que los sicarios recibieron la orden de actuar de inmediato ya que era inminente su retorno a nuestro país.
El trayecto de casi una hora por tierra, muy accidentado, con tramos inhóspitos y muy peligrosos, hacen sospechar que el atentado contra el fiscal antidrogas y de la unidad de Crimen Organizado, Marcelo Pecci, fue perpetrado con apuro.
Todo hace pensar que se organizó y se decidió sobre la marcha el homicidio, teniendo en cuanta que podrían haber escogido otros sitios donde no habría testigos. El lugar del atentado queda a 44 kilómetros por tierra del centro de Cartagena de Indias.
Para llegar a esa área se recorre un camino de unos 20 kilómetros, dificultoso, con tránsito hasta inhóspito, muy peligroso, rodeado de monte en algunos momentos.
Los sicarios llegaron hasta el lugar conocido como Playa Blanca, ubicado en la península de Barú, pero que corresponde al distrito de Cartagena de Indias.
Allí alquilaron un jetski sin dejar documento. Por el vehículo pagaron 240.000 pesos (colombianos), pero la policía local maneja la información de que el valor del alquiler es de solo 120.000 pesos, lo cual hace aún más sospechoso.
Luego en la motolancha recorrieron unos 5 minutos el mar Caribe hasta llegar a la playa del hotel Decameron, donde Pecci se preparaba, junto a su esposa Claudia Aguilera, para ir a la habitación a hacer las maletas. Uno de los sicarios bajó y realizó tres disparos contra el agente fiscal. Mientras, el otro esperó a bordo del jet ski.
El sicario intentó alejarse con tranquilidad, pero los otros bañistas empezaron a gritar que lo agarren.
Un guardia del hotel intentó intervenir y en ese momento bajó el otro criminal del jet ski a realizar disparos intimidatorios. Luego ambos bandidos huyeron por el mar Caribe y devolvieron la motolancha.
Todo, a partir del alquiler, duró solo 16 minutos.