¿Quién es el presidente con mayor desaprobación?
El nivel de desaprobación por parte de los ciudadanos a los presidentes de países de Latinoamérica se mantuvo en niveles elevados en marzo y abril pasado, según un sondeo regional de imagen presidencial. ¿Quién es el presidente con mayor desaprobación? ¿Boric? ¿Bolsonaro? ¿Fernández?
BUENOS AIRES (EFE). Según el más reciente monitoreo bimestral de aprobación presidencial en 18 países de América Latina, elaborado por la organización no gubernamental Directorio Legislativo, la mayoría de los Gobiernos de la región se están consolidando en niveles de desaprobación altos o muy altos e, incluso, aquellos que transitan la etapa inicial de sus mandatos experimentan caídas aceleradas de aprobación.
“Hay una tendencia muy sólida evidenciada en desaprobaciones altas –por sobre los niveles de aprobación–, en la mayoría de las presidencias de la región”, observó Mario Riorda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigaciones en Campañas Electorales y director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, al analizar los resultados del sondeo.
El experto apuntó que en la actualidad se conjugan dos fenómenos: caídas rápidas de aprobación al poco inicio de los mandatos de gobierno y desaprobaciones consolidadas en formatos “gravados o híperagravados”.
Ranking
Según el sondeo, el ranking de presidentes latinoamericanos con mayor nivel de aprobación lo lidera el mexicano Andrés López Obrador (56% de aprobación), seguido por el chileno Gabriel Boric (39%), el brasileño Jair Bolsonaro (30%), el colombiano Iván Duque (26%), el argentino Alberto Fernández (25%) y el peruano Pedro Castillo (22%).
En tanto, el ranking de desaprobación lo encabeza Pedro Castillo (71%), seguido por Duque (69%), Fernández (60%), Bolsonaro (53%), López Obrador (41%) y Boric (41%).
El mayor nivel neto de desaprobación lo posee Castillo (-49%), seguido por Duque (-39%), Fernández (-35%), Bolsonaro (-23%) y Boric (-2%).
“A quienes les va mal en términos de opinión pública no han sabido surfear la gobernabilidad en contextos de sistemas políticos de partidos rotos”, indicó el analista.
Agregó que “la atomización generó expectativas que no fueron fáciles de satisfacer. Y los históricos partidos políticos ya no alcanzan para sostener gobernabilidad o bien, liderazgos fuertes de otrora, acompañando, no supieron contribuir positivamente en estos procesos”, señaló Riorda.
Añadió que a quienes les va mal en términos de opinión pública algunas veces encarnaron “liderazgos cerrados”, gobernando “tribalmente con dinámicas cerradas, dogmáticas, poco flexibles, excluyentes, como el caso brasilero”, mientras que en otros casos “no han sabido reconocer que llegaron porque los predecesores fueron muy malos, no por méritos propios”.