Autorizan cultivo de marihuana en Brasil
RÍO DE JANEIRO, 14 (EFE). El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Brasil autorizó por primera vez el cultivo de marihuana en el país gigante latinoamericano, una decisión inédita que tan solo se aplica para tres demandantes que solicitaron el permiso para producir la hierba para usarla con fines medicinales propios.
El salvoconducto concedido por unanimidad por los miembros de la 6ª Sala del alto tribunal, sin embargo, puede servir de precedente para decisiones semejantes de jueces de instancias inferiores.
La decisión de los magistrados fue en respuesta a dos recursos diferentes presentados por tres interesados en cultivar marihuana de forma artesanal en Brasil para poder extraer canabidiol, el componente de la planta que es aprovechado en diferentes medicinas.
Los demandantes, autorizados a cultivar el vegetal sin correr riesgo de ser arrestados por la Policía por incurrir en una práctica aún considerada ilegal, se comprometieron a usar las medicinas para beneficio propio y con la respectiva prescripción médica.
Pese a que las autoridades sanitarias de Brasil avalan el uso medicinal de la marihuana y permiten la importación de medicinas que contienen derivados de la hierba, la ley aún castiga con cárcel el cultivo, la comercialización, la posesión y el consumo de marihuana sin importar la cantidad.
Brasil incluyó la Cannabis sativa (marihuana) en su lista de plantas medicinales en 2017 y desde entonces autoriza el uso de medicinas derivadas de ella.
Las medicinas que usan principios activos, como canabidiol o tetrahidrocanabidiol (THC), son recomendadas para tratamientos para enfermedades como epilepsia, esclerosis múltiple, autismo, dolor crónico y mal de Parkinson.
Hasta la decisión inédita, los responsables por el cultivo de marihuana en el país podían ser procesados con base en la Ley Antinarcóticos y condenados. En el juicio de ayer, el propio representante de la Fiscalía, José Elaeres Marques, afirmó que cultivar cannabis para pacientes con enfermedades graves no puede ser tipificado como crimen debido a que el estado de necesidad excluye la ilicitud.
El juez Rogério Schietti, quien fue el instructor del proceso, dijo que la discusión no es sobre un crimen sino sobre “salud humana” y sobre la “dignidad de la persona humana”.