Daños patrimoniales
calles del centro histórico de San Juan Bautista, Misiones, fueron achicadas y modificadas en flagrante atropello al patrimonio de la ciudad. Las arterias fueron trazadas en el año 1893 por el ingeniero español Santiago Madrigal, que estableció la amplitud de nueve metros para la calzada y seis metros ambos lados para veredas y espacios verdes. En total 21 metros de ancho, como avenida.
Madrigal realizó el trazado de 1.000 metros de extensión desde el atrio de la iglesia a los cuatro puntos cardinales. Una de las bellezas de esta capital departamental era precisamente la amplitud de sus calles y las veredas con espacios verdes.
Con el trabajo de revitalización del centro histórico iniciado el 5 de mayo del 2010, las manzanas en torno a la plaza Mariscal Estigarribia, la Casa y Museo Mangoré y el Seminario San José, el patrimonio se tiró al tacho.
El proyecto fue emprendido por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) que destinó G. 7.000 millones para cometer un desorden y daños estructurales como el del teatro Monseñor Rojas.
El salón auditorio Agustín Barrios, dentro del proyecto, quedó paralizado y sin posibilidad de completar la tercera etapa de la obra. El entonces intendente Andrés Riveros (PLRA) poco o nada hizo para defender los patrimonios. Su sucesor, Juan Carlos Meza (PLRA), tampoco reclamó.
Lo grave es que el Congreso Nacional, el 23 de setiembre del 2009, declaró de Interés Nacional la “revitalización de la manzana Agustín Barrios por Ley 3842 de. Se legalizó previamente el atropello con la sanción de una legislación que permitió modificar el trazado original del centro histórico de San Juan Bautista.
En todas las ciudades del mundo se amplían las calles y se cuidan los patrimonios. Por esa razón es una obligación de las autoridades municipales buscar los mecanismos legales para recuperar el centro histórico de San Juan y completar el auditorio Agustín Barrios.
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