Deprimente aspect de Avda. Quinta
El polémico “Paseo Gastronómico” de Avda. Quinta les costó a las arcas asuncenas nada menos que G. 2.800 millones y se inauguró en diciembre de 2018. A menos de cuatro años, presenta un aspecto de lo más lúgubre y abandonado. La fuente de agua no funciona y las esculturas históricas del antiguo “Paseo de las Américas” se pierden entre los contenedores “taperas”. Además se acumulan escombros, basura, hay pérdidas de agua, cloacas a cielo abierto, baños sucios y luces que no funcionan, lo que aumenta la inseguridad.
Pese a reclamos de usuarios y vecinos, el Paseo Quinta Avenida, que costó unos G. 2.800 millones, está cada vez más abandonado. La fuente de agua junta escombros, hay pérdidas de agua, cloacas a cielo abierto, baños sucios y faros que no funcionan, por lo que las noches son allí inseguras.
El Paseo Quinta Avenida, ubicado sobre la calle que lleva el mismo nombre, desde Estados Unidos hasta Caballero, una zona emblemática de Asunción, es ejemplo de lo descuidados que están los espacios públicos de parte de la Municipalidad de Asunción, el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez y también la ESSAP (Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay).
Los camineros son lo único en condiciones. De los sanitarios creados, cuya infraestructura de lata ya está oxidada, uno solo está habilitado al público en general. En ese baño funcionan los inodoros y el lavabo, pero tiene tipo de desechos por falta de limpieza adecuada.
Al costado de algunos espacios gastronómicos, entretanto, hay registros cloacales estancados a cielo abierto. Encima se colocaron algunas maderas para evitar que alguien caiga dentro y disimular la situación. Además, los finos caños que distribuyen agua están al aire. Uno de ellos pierde, desperdiciando litros de agua potable que además embarra la zona.
Al costado del paseo se acumula todo tipo de basuras, que la Municipalidad debería recoger.
Por si fuera poco, hay alumbrados públicos que no funcionan. Al caer el sol, cuentan los vecinos y quienes trabajan en la zona, hay sectores del paseo que se vuelven peligrosos, debido a que la oscuridad es aprovechada por ladrones y consumidores de estupefacientes para atacar y robar.
Todas estas situaciones se dan en un paseo cuya remodelación costó unos G. 2.800 millones, con la instalación de puestos de comida rápida a los que se opusieron urbanistas y vecinos, pues violan la ordenanza 26/92, que restringe para el comercio a paseos, avenidas y parques. Los trabajos se hicieron bajo la administración del intendente Mario Ferreiro, que los inauguró en diciembre de 2018.