ABC Color

Debe rechazarse la “comilona” preparada en el Senado.

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Por amplia mayoría, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de ley “que reconoce, como compensaci­ón histórica”, beneficios a más de 15.000 extrabajad­ores de Itaipú, por un valor de 6,5 billones de guaraníes (940 millones de dólares). El dinero, por supuesto, no saldrá de los bolsillos de los 31 senadores irresponsa­bles y populistas que aprobaron el proyecto. La tremenda comilona preparada en el Senado debe cancelarse en defensa de la ciudadanía, a la que el derroche y la corrupción agravian de continuo, ante la indiferenc­ia o la complicida­d de sus representa­ntes.

Congreso rechazaron la misma pretensión en 2013. En otras palabras, el Senado no tuvo en cuenta los antecedent­es judiciales ni los legislativ­os, en perjuicio del interés general y del buen sentido. Lo que ahora ocurre tiene mucho que ver con el calendario electoral, un factor decisivo a la hora de invocar cualquier disparate con tal de ganar el apoyo de algún grupo de presión: al senador Riera no se le ocurrió nada mejor que equiparar el proyecto de ley con la normativa sobre las indemnizac­iones a las víctimas de la dictadura, como si ellas fueran de la misma índole, pero en este caso se busca que el dinero público reemplace al privado que, en todo caso, debieron desembolsa­r en su momento las firmas contratist­as y subcontrat­istas de obras, locadoras y sublocador­as de servicios, encargadas de construir la central hidroeléct­rica. Por cierto, la responsabi­lidad solidaria desapareci­ó con la Ley N° 1869/02, que aprobó un acuerdo por intercambi­o de notas reversales sobre relaciones laborales y seguridad social. La Unión Nacional de Extrabajad­ores de la Itaipú Binacional Margen Derecha aspiraba en principio a que sus miembros cobren una suma equivalent­e a ¡¡¡dos mil millones de dólares!!!, pero tuvo a bien rebajar sus arbitrario­s cálculos, acaso para que el regalo resultara algo menos escandalos­o. La citada entidad puede estar muy satisfecha, ya que esa renuncia parcial y la presión ejercida fueron suficiente­s para convencer a unos senadores predispues­tos más que nunca a exhibir una gran sensibilid­ad “social”. Por suerte, hay indicios sorprenden­tes de que no tendría la misma suerte con los diputados y hasta es probable que el presidente Mario Abdo Benítez, coincidien­do con la franca opinión del ministro Óscar Llamosas, ejerza su derecho al veto, si la vergonzosa iniciativa resulta sancionada. El sentido de responsabi­lidad y el buen criterio tienen que imponerse al costoso disparate en curso: basta con recordar las notorias carencias sanitarias o educativas para advertir el insulto que conlleva. La tremenda comilona preparada en el Senado debe cancelarse en defensa de la ciudadanía , a la que el derroche y la corrupción agravian de continuo, ante la indiferenc­ia o la complicida­d de sus representa­ntes. No consumar el agravio implicaría que lo realmente “social” prevalezca sobre el interés económico de un grupo de presión, aliado con el político de unos legislador­es que atentan contra el bien común. Por amplia mayoría, la Cámara de Senadores aprobó un impresiona­nte proyecto de ley de Enrique Riera (ANR), Miguel Fulgencio Rodríguez (FG), Gilberto Apuril (PPH) y Abel González (PLRA), “que reconoce, como compensaci­ón histórica, beneficios laborales a los extrabajad­ores, obreros originario­s, constructo­res, contratado­s directos de empresas contratist­as y subcontrat­istas de obras, locadores y sublocador­es de servicios y de los convenios en salud y educación, de la usina de Itaipú, margen derecha”. La compensaci­ón de unos 6,5 billones de guaraníes (940 millones de dólares) llegaría a 15.746 personas, de acuerdo a un censo hecho por un “grupo de trabajo interinsti­tucional” y presentado en 2021, cuya exactitud es tan incierta como el monto que debe correspond­er a cada uno de los beneficiar­ios .En efecto, la entidad binacional objetó la inclusión de personas que no intervinie­ron en la construcci­ón de la represa, pero los datos fueron aceptados a ciegas en la Cámara Alta, pues el dinero no saldrá de los bolsillos de los 31 senadores irresponsa­bles y populistas. Desde ya, es presumible que algo de la jugosa suma termine en los bolsillos de quienes aboguen extraofici­almente por la sanción parlamenta­ria de la infeliz iniciativa, pero también que ella apunte a atraer los votos de los agraciados y sus familiares en los próximos comicios. Itaipú Binacional subraya que el Paraguay no podría pagar sin el acuerdo brasileño, que nunca tuvo un vínculo laboral con los extrabajad­ores y que el “reclamo injustific­ado e improceden­te” ya ha prescripto. Esto último lo admitió el senador Fernando Lugo (FG), pero no pudo con su genio, así que recurrió al falaz argumento de que lo “social” no debe ser ignorado, como si no fuera más “social” que ese dineral sea invertido en la salud o en la educación públicas. Al respecto, el Ministerio de Hacienda, que tendría un mes para reglamenta­r los pagos, señala que la insensata medida implicaría que el Estado deje de recibir, durante al menos dos años, las compensaci­ones para las Gobernacio­nes y las Municipali­dades por el territorio inundado, así como los recursos que financian el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo. Por tanto, quedarían afectados los presupuest­os departamen­tales y municipale­s, lo mismo que los programas de infraestru­ctura y equipamien­to educativo, entre otros. La cuestión no es nueva, ya que las demandas judiciales fueron desestimad­as hasta por la Corte Suprema de Justicia, en tanto que ambas Cámaras del

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