Toda la tradición de la fiesta de San Juan en las calles del barrio Mariscal
El Gran San Juan del barrio Mariscal atrajo ayer a una importante concurrencia que celebró esta tradicional actividad con todos sus condimentos: gastronomía típica, juegos, música y mucho colorido.
“El Gran San Juan del barrio Mariscal” representó el primer gran evento dentro de un concepto comercial prometedor, según Jorge Mendelzon, presidente de la Cámara de Centros Comerciales del Paraguay y directivo del Shopping Mariscal. Esto se pudo notar en el colorido de las calles Dr. Juan Eulogio Estigarribia y San Roque González de Santacruz, lugar donde se llevó a cabo la actividad. Cerca de 40 stands con la más exquisita gastronomía típica, juegos y bebidas, ofrecieron todo lo que uno busca en la tradicional fiesta del 24 de junio. “Hemos invitado a los vecinos para desarrollar el concepto de Barrio Mariscal, para que este sea el lugar donde la gente quiera vivir, trabajar y quiera divertirse”, comentó Mendelzon. Agregó que la idea del San Juan requirió de mucho esfuerzo, pero que el entusiasmo fue mayor, lo que permitió cumplir con las expectativas. La fiesta, que se extendió hasta la medianoche de ayer, contó con espectáculos artísticos para toda la familia.
Todos por el pastel mandi’o
Según Mariela Cuevas, una de las encargadas de ofrecer comidas típicas en el gran San Juan, los productos estrella fueron el pastel mandi’o y el pajagua mascada, aunque otros comensales optaron por algunos cortes cárnicos que también estuvieron a disposición. El mbeju fue otro de los alimentos solicitados durante la tarde y noche.
Juegos tradicionales
Entre los juegos más disfrutados por la concurrencia, “La Chipa de Oro” y “Las Argollas” se destacaron por la cantidad de premios que se ofrecían en sus estands. Ivo Acuña, uno de los encargados, comentó que tenían mil opciones diferentes para los ganadores.
Barrio Mariscal
Jorge Mendelzon refirió que el barrio Mariscal nació del sueño de muchos vecinos de convertir las inmediaciones del shopping en un lugar donde el asunceno pueda moverse con total seguridad, teniendo a disposición todo en un solo lugar, sin desplazarse grandes distancias.