Exterminan a 7 presuntos narcosicarios
Al menos siete presuntos sicarios fueron abatidos anoche por la Policía Nacional. El comisario principal Leonor Barrios (con escopeta y quepis) y el subcomisario Fredy Duarte (con fusil y campera), de Investigaciones de Canindeyú, dirigieron el operativo contra la peligrosa banda de supuestos narcotraficantes y asesinos que operaba en la zona baja del departamento.
Una temible banda de narcotraficantes y asesinos, según la Policía, fue eliminada anoche en un enfrentamiento con agentes cerca de una reserva indígena en las afueras de la colonia Brítez Cue, en el distrito de Yby Pytá, departamento de Canindeyú. Los siete criminales que murieron salían del monte en dos camionetas con una carga de marihuana y además estiraban una lancha en la que había decenas de “cazabobos”.
El tiroteo se produjo a las 18:00 de ayer en las coordenadas 24° 16’ 04.6” S, 55° 13’ 39.8” W, un camino rural que figura como comunidad indígena Tekoha Poty Pyuahu, a 5 kilómetros de la colonia Brítez Cue, a 23 kilómetros del municipio de Yby Pytá y a 34 kilómetros de la ruta PY03, tomando como referencia la entrada a la zona donde ocurrió la masacre de Curuguaty, y a 315 kilómetros del centro de Asunción.
El operativo fue ejecutado por personal del departamento de Investigaciones de Canindeyú, cuyo jefe es el comisario principal Leonor Barrios; el subjefe es el subcomisario Fredy Duarte.
Los delincuentes salían en caravana de una zona de producción de marihuana que probablemente funciona a orillas de uno de los ríos de la región.
El vehículo puntero, una camioneta Toyota Fortuner, transportaba a tres hombres y estaba repleta de droga.
Atrás circulaba una camioneta Fiat Strada en la que había otros cuatro hombres y que a su vez estiraba una lancha con motor fuera de borda en la que fueron halladas por lo menos 30 trampas “cazabobobos”, que funcionan con municiones de escopeta y que habitualmente son colocadas en las zonas de plantaciones.
Los policías de Investigaciones les cerraron el paso a los criminales con una camioneta patrullera Isuzu, cuyo conductor se tuvo que arrojar al piso y después rodó hacia un monte cuando se inició la balacera.
Los malvivientes que estaban en la camioneta de marca Toyota Fortuner abrieron fuego con un fusil calibre 5.56, una escopeta calibre 12 y una pistola calibre 9 milímetros.
En tanto que los de la Strada dispararon también armas largas y cortas.
Sin embargo, la planificación previa del operativo surtió efecto, ya que los demás agentes previamente habían adoptado posiciones ofensivas ventajosas, como en pequeñas alturas, justamente por si tuvieran que defenderse.
El enfrentamiento duró al menos cinco minutos. La capacidad de fuego de los uniformados fue fundamental para evitar que algunos de los criminales pudieran salir de los vehículos, aunque probablemente uno de ellos pudo haber escapado, dijeron.
Con ese procedimiento la Policía cree haber exterminado a la banda más peligrosa que operaba en la zona baja de Canindeyú desde hace varios años.
Hasta anoche, por lo menos dos de los abatidos ya habían sido identificados.
Ellos eran Anselmo Montiel
Méndez (35) y su hermano Antonio Montiel Méndez (29).
Los últimos crímenes atribuidos al grupo desarticulado son, por ejemplo, el del brasileño Paulo César Bueno (38), alias Polaco, encontrado acribillado el 27 de mayo pasado en el módulo 6 de la colonia Brítez Cue, y de Ulises Enciso Ruiz Díaz (31), alias Negro, y Pablino Báez Segovia (37), alias Pabli, quienes a su vez fueron masacrados el 17 de mayo último a orillas del río Jejuí, en la misma zona del departamento de Canindeyú.
También son sospechosos del atentado a balazos contra Nelson Mariano Ayala Recalde (49), registrado el 23 de junio pasado en la colonia Agua’e de Curuguaty, y del homicidio de Pedro Evaristo Martínez Martínez (38), perpetrado el 1 de junio pasado en un comedor del centro de Curuguaty.