Recuerdan 40 años de la inundación de Pilar
El 24 de mayo del año 1983, pasado el mediodía, las aguas del río Paraguay y el arroyo Ñeembucú rompían el muro de contención que los pobladores construyeron de bolsas de arena para proteger la ciudad. Luego 40 años de aquella devastadora furia de la naturaleza, en la capital del Ñeembucú está en construcción un sistema de defensa costera cuya terminación esperan ansiosos los pobladores.
Miles de personas resultaron afectadas y numerosas viviendas, infraestructuras y cultivos fueron dañados o destruidos.
La inundación fue parte de una serie de eventos climáticos extremos que afectaron a varias regiones del Paraguay. Se registraron niveles récords de precipitaciones y la crecida de los ríos provocó el desplazamiento de miles de personas en todo el país.
“La magnitud de la inundación obligó a Manufactura Pilar a parar sus sistema de usina eléctrica por precaución y, por ende, obligó a la única radio en aquel entonces, ZP 12 Carlos Antonio López, a cortar su transmisión. Solo el sacerdote Federico Schiavon (+) recorría la ciudad con una embarcación y nos alentaba a no rendirnos ante aquella adversidad. Allí surgió su famosa frase: Pilar no muere”, recordó el periodista, historiador y docente jubilado Mauricio Acosta.
Mencionó que autoridades locales y nacionales implementaron operativos de rescate y asistencia humanitaria a los afectados. Se establecieron refugios temporales para alojar a las personas desplazadas y se coordinaron esfuerzos para brindar alimentos, agua potable, atención médica y otros suministros necesarios, dijo.
Acosta recordó que en el lugar más alto de la ciudad se instalaron carpas para que los alumnos asistan a las clases hasta el retroceso de las aguas.
Coincidentemente con la fecha de inundación de la ciudad de Pilar, el consorcio CTC, encargado de la primera fase de la defensa costera, instaló la primera motobomba en la estación central de bombeo sobre el arroyo San Lorenzo que permitirá desagotar rápidamente la ciudad en caso de que se registre una gran lluvia, como ocurrió en el año 2019.