Batalla entre China y EE.UU. por los semiconductores
China impuso restricciones al gigante estadounidense de los semiconductores Micron, en un pulso tecnológico con Estados Unidos alentado por las tensiones diplomáticas. La batalla entre ambas potencias por este sector estratégico, incluso para asuntos de s
Varios analistas consultados por AFP consideran, no obstante, que el margen de maniobra de Pekín quizá sea limitado, siendo su prioridad la de reimpulsar la segunda economía mundial, debilitada por tres años de política anticovid.
El de los microchips (semiconductores) es un sector altamente estratégico que da vida a la economía mundial moderna, pues se encuentran en las bombillas LED, las lavadoras, los autos o los celulares inteligentes.
Pero los que fabrica Micron “presentan problemas potenciales para la seguridad de las redes”, lo que pone en riesgo “la seguridad nacional de China”, señaló el organismo chino encargado de ciberseguridad, que instó a “los operadores de infraestructuras que trabajan con datos sensibles de China” a dejar de comprarlos.
En respuesta, Washington dio cuenta de sus “muy serias preocupaciones”.
Los dirigentes de los países del G7, reunidos en Hiroshima (Japón), habían advertido en contra de cualquier intento de “coacción económica”, en una alusión velada a las prácticas de China.
“El comunicado fuerte del G7 quizá añadió más leña al fuego”, apuntó Gary Ng, economista de Natixis. Según él, el caso de Micron “sentará jurisprudencia”.
“Represalias”
El procedimiento contra el grupo, iniciado a finales de marzo, es el primero contra una empresa extranjera desde que Pekín endureció las reglas en materia de ciberseguridad, en 2021.
Por su parte, Emily Weinstein, investigadora en la universidad de Georgetown, destacó que la noción de “operadores de infraestructuras que trabajan con datos sensibles” es muy larga, pudiendo abarcar desde la defensa a la salud, hasta conservación del agua.
Así, las autoridades chinas a veces exigen acuerdos de transferencia tecnológica, obligando a las empresas a almacenar los datos dentro del país y, en determinados sectores, a algunas compañías extranjeras a crear otra empresa con un socio local.
La medida contra la empresa “es claramente en represalia por lo que Pekín percibe como un apoyo de Washington a Micron y a la industria estadounidense de los semiconductores”, señaló Paul Triolo, experto en tecnología china de la consultoría Albright Stonebridge.
Y es que en octubre de 2022 Estados Unidos, argumentando también cuestiones de “seguridad nacional”, anunció nuevos controles a la exportación, para entorpecer el acceso de Pekín a chips de alta gama “con aplicaciones militares”.
La medida vetó a fabricantes chinos de chips como Yangtze Memory Technologies, rival de Micron.
La baza surcoreana
Para China, Micron -cuarto fabricante mundial de semiconductoresera un objetivo fácil, pues sus chips se pueden sustituir por los de los surcoreanos Hynix y Samsung.
En cambio, apuntar contra otros gigantes estadounidenses, como Intel o Qualcomm, será más difícil, pues sus chips se utilizan en bienes de consumo -como celularesque se fabrican en China y luego se exportan.
Además, Pekín no se puede arriesgar a debilitar su economía, todavía afectada por las consecuencias de la política de “cero covid” .
A partir de ahora, para compensar, apostará “por los proveedores surcoreanos”, dijo Paul Triolo.
Pero la Casa Blanca instó el mes pasado a los fabricantes surcoreanos a no exportar a China y también presionó a los Países Bajos y a Japón, que anunciaron restricciones en este ámbito.