¿Qué tan pronto podrá usarse a gran escala?
El paciente “era incapaz al principio de poner un pie delante del otro”, explicó la cirujana suiza Jocelyne Bloch, profesora en el Centro hospitalario universitario de Vaud, en Lausana, durante la presentación de un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature.
“Es muy distinto de lo que habíamos visto hasta ahora”, destaca el neurocientífico francés Grégoire Courtine, profesor en la Escuela politécnica federal de Lausana. “Los pacientes precedentes andaban haciendo un gran esfuerzo, ahora él puede hacerlo solo pensando en que quiere dar un paso”, añade.
Gert-Jan, que fue operado dos veces para que le colocaran los implantes, reconoce haber pasado por “un largo periplo” para ponerse de nuevo de pie y andar durante varios minutos seguidos.
Otro avance significativo fue que, tras seis meses de entrenamiento, parece haber recuperado una parte de sus facultades sensoriales y motoras incluso cuando el sistema está desactivado. “Estos resultados sugieren que el establecimiento de un vínculo entre el cerebro y la médula espinal favorece una reorganización de los circuitos neuronales en la zona de la lesión”, asegura Guillaume Charvet, investigador en el Comisariado de la Energía Atómica (CEA).
¿Pronto podrá utilizarse a gran escala esta tecnología innovadora? “Aún necesitaremos muchos años de investigación”, reconoce este científico del CEA.
Sus equipos pronto iniciarán un ensayo para utilizarla en parapléjicos de brazos y manos y también han previsto aplicarla en víctimas de accidentes cerebrovasculares.