Colombia revive el horror de los ataques de la guerrilla del ELN
Colombia revivió el horror de los ataques de las guerrillas con el atentado perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) contra una camioneta de la policía y que dejó tres fallecidos.
En un comunicado compartido en chats de propaganda rebelde, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reconoció que una de sus unidades activó un “minado” ante el paso de la patrulla policial en Tibú, un municipio del departamento de Norte de Santander.
Dos uniformados y una mujer fallecieron en la explosión.
En esa región fronteriza con Venezuela, los rebeldes continúan atentando contra la fuerza pública en medio de las negociaciones de paz con el gobierno. Desde el 17 de mayo las partes están reunidas en La Habana.
La guerrilla tenía en 2022 al menos 5.850 combatientes, según el Ministerio de Defensa.
El ELN “viene desarrollando acciones para enfrentar el aparato militar estatal y paraestatal”, agrega el comunicado. El consejero presidencial de paz, Danilo Rueda, resaltó la necesidad de pactar “lo más pronto” un cese el fuego. “Que el ELN se lo atribuya es un gesto de responsabilidad para aclarar la situación y ya habrá el momento y escenario judicial para que estos hechos sean sancionados”, dijo.
El ELN, de inspiración guevarista, se negó a formar parte de una tregua bilateral que el presidente Gustavo Petro declaró el 31 de diciembre.
Los emisarios del gobierno en Cuba, una de las sedes de las negociaciones que iniciaron en noviembre, consideran indispensable pactar un cese a las hostilidades.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazó “la acción terrorista en Tibú, Norte de Santander, en contra de la vida” de los policías.
“Un abrazo de solidaridad para las familias de las víctimas de este atroz hecho. Este acto criminal no quedará en la impunidad”, añadió Petro en Twitter.
El Gobierno y el ELN llevan a cabo la tercera ronda
de diálogos de paz, esta vez en La Habana, en la que justamente uno de los puntos a debatir es un cese al fuego bilateral, que la guerrilla no tiene prisa en pactar.
Tibú, donde ocurrió el ataque el miércoles, forma parte
del Catatumbo, una región que abarca 10.089 kilómetros cuadrados, en su mayoría selváticos, en el departamento de Norte de Santander.
En esta zona del país, que tiene límites con Venezuela,
hay presencia del ELN y de disidentes de las FARC, así como de un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y otras bandas que se enfrentan por corredores para el narcotráfico y cultivos de coca.