Si jura Mbururu será señal de sociedad enferma, dicen
La elección como senador de Mbururu Esquivel, preso y con varios procesos judiciales, incluidos por coacción sexual y violación, deja al país en “una posición aterradora” y sería señal de sociedad enferma, dice la ministra de la Niñez y la Adolescencia, T
En el marco del Día Nacional de lucha contra el maltrato, abuso sexual y laboral de Niñas, Niños y Adolescentes, que se recordó ayer, se insistió en que Rafael Esquivel, alias Mbururu (Cruzada Nacional) no jure como senador electo.
La ministra de la Niñez y Adolescencia, Teresa Martínez, afirmó que la elección de Esquivel “es una vergüenza; como país nos deja en una posición muy aterradora, porque si estamos reclamando protección, cómo vamos a hacerlo después de que más de 50.000 ciudadanos hayan votado por alguien procesado por abuso de una niña de 12 años, a cuya madre él pagó para tener relaciones”.
“No puede ser que estemos metiendo como autoridad a una persona así, en un cuerpo legislativo, que es el Senado, donde se procesan
las leyes necesarias para la protección de los niños, niñas y adolescentes. Es esquizofrénica esta situación”, agregó la ministra.
Para Martínez, que antes de ser ministra de la Niñez fue fiscala en la lucha contra la trata de personas, Mbururu no debería jurar ni asumir el cargo de senador “ni asumir, ni debió haber sido elegido.
Vamos a ver qué decisión toman las autoridades, porque realmente tiene que haber una solución para eso”, puntualizó.
Agregó que no puede ser que como sociedad tengamos que soportar una cosa así. “Lo votaron 51.397 personas, pero los más de 4.700.000 paraguayos que no le votamos no podemos
soportar esto”, indicó.
Dijo que si bien las normas jurídicas que determinan las elecciones están bien establecidas, deberían existir salidas jurídicas para este tipo de casos. “Tienen que haber soluciones jurídicas, si no, somos una sociedad enferma”, remarcó.
A fin de avanzar en la prevención de los abusos y maltratos a niños, niñas y adolescentes, la ministra Martínez considera que es muy importante asumir, como sociedad, que los niños, niñas y adolescentes son seres humanos, sujetos de derechos. “Necesitamos erradicar esas ideas tan atávicas, de que son dueños de sus hijos los padres o los parientes próximos. Los padres tienen una responsabilidad y un derecho sobre los niños, pero no de tratarlos como su propiedad, no de tratarlos como un objeto”, cuestionó.