Hacienda abre posibilidad de cerrar el año con un déficit mayor al 2,3%
El ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, abrió la posibilidad de que a fin de año el déficit fiscal sea mayor al 2,3% del PIB previsto inicialmente en la Ley de Presupuesto General de la Nación (PGN), teniendo en cuenta el impacto que podrían representar
El ministro Llamosas participó ayer de la presentación de la nueva página web de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), que se llevó a cabo en la sede central de la administración fiscal.
Tras el acto habló con los medios de prensa e informó que al mes de mayo el déficit alcanzó 1,3% del PIB y que el anualizado (12 meses) se mantiene en 3,5%, que a su criterio debe tomarse como un indicador de referencia y no como la cifra con que cerrará el año.
Dijo que para el presente ejercicio, la ley de presupuesto autoriza hasta un saldo rojo de 2,3% del PIB y que ante esta situación pidieron a las entidades informen al mes de mayo de la deuda pendiente de pago a fin de establecer la estrategia de financiamiento y su impacto en el déficit.
Llamosas reconoció que no podía
garantizar que el déficit cerraría en 2,3% a fin de año, porque depende de los ingresos que se van ejecutando, así como también de los gastos y, en ese contexto, mencionó como ejemplo que hubo años en que los ingresos estuvieron por debajo de lo previsto y el Ejecutivo tuvo que solicitar al Congreso superar el límite establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal.
“Es un proceso dinámico y vamos a ir cerrando los números, hacer un corte lo más ordenado posible al 15 de agosto”, aseguró.
El ministro reiteró que la información sobre la deuda requerida a las entidades es para ir tomando las previsiones necesarias y entregar lo más ordenado posible, con todas las herramientas que le permitan al nuevo gobierno continuar ejecutando el presupuesto hasta el cierre del ejercicio.
Se le insistió respecto a si cumplirán o no con el tope de déficit este año, a lo que respondió que “inicialmente sí, esa es la previsión que tenemos, pero mucho va a depender de los datos que nos reporten las entidades en cuanto a los compromisos que quedan pendientes de pago y estén imposibilitados de cumplirse con el presupuesto aprobado”.
Afirmó que una vez que tengan toda esta información, se determinará si puede realizar una reprogramación presupuestaria o una reingeniería para ver si se puede cumplir con estos compromisos, y si no, ver otra estrategia para el pago.
En ese sentido, puso como ejemplo que en 2018 se hablaba de una deuda con las farmacéuticas de US$ 250 millones, pero tras los pedidos de informes a las entidades
y auditoría, los números quedaron en US$ 130 millones, lo que se pagó mediante la cesión de deuda. “Entonces, primero tenemos que tener claridad con relación a los números, y una vez que tengamos esos números, ver los instrumentos para cumplir con esos compromisos”, insistió.
En el caso de que no se pueda cumplir, se le consultó si solicitarían al Congreso elevar el tope de déficit, y respondió que es una de las posibilidades, pero que primero se deben revisar los números, determinar si el presupuesto tiene espacio suficiente, y si no, se verá la estrategia y si hace falta recurrir al Congreso para ampliar el déficit o ver el instrumento que sea necesario para realizar los pagos.
Llamosas indicó que en este proceso de transición se compartirá la información con las autoridades del nuevo gobierno una vez que se tenga cerrado y las estrategias que creen serán las más pertinentes.
Con relación a cómo quedaría el compromiso asumido con los organismos financieros internacionales en el caso de no cumplirse con el tope de déficit, señaló que es totalmente explicable y entendible considerando la coyuntura de 5 años complicados en términos económicos, la que muchas veces no se pudo cumplir con la meta de recaudación y hubo demanda de mayores gastos por la pandemia y otros. “Con esto no quiero decir que ya es una situación que va a ocurrir, queremos tener claridad sobre los números antes de ver las distintas alternativas”, añadió.