Junta pide intervención en Ñemby
Por unanimidad, la Junta Municipal de Ñemby solicitó la intervención de la administración del intendente Tomás Olmedo (ANR).
Los ediles alegan mal desempeño de funciones y la falta de transparencia en el manejo de los fondos. Se mencionan transferencias millonarias a comisiones vecinales y sobrefacturaciones. El jefe comunal asegura tener los documentos que respaldan su administración.
Los seis colorados y seis liberales resolvieron solicitar la intervención ayer.
El pedido de intervención surgió de la bancada colorada y fue apoyado por los ediles liberales. Durante la sesión municipal, un grupo de vecinos se manifestó para exigir transparencia.
Los ediles indican que en menos de cuatro meses Olmedo otorgó más de G. 4.000 millones. Incluso, en un día, una de las agrupaciones vecinales recibió más de G. 500 millones, y en 15 días más de G. 860 millones.
El presidente de la Junta, Marcelo Martínez (ANR), indicó que varias denuncias ciudadanas obligaron a tomar la determinación de solicitar la intervención.
Martínez aclaró que la mayoría de las obras fueron ejecutadas por la vía de excepción y que ni siquiera fueron comunicadas a la Junta Municipal, pese a que en varias ocasiones solicitaron informes al Ejecutivo.
Por su parte, el intendente manifestó no estar preocupado por el pedido de intervención y asegura contar con los documentos que avalan su gestión y negó que no se haya informado a la Junta sobre los trabajos realizados. “Está muy bien el pedido de intervención, porque cuanto más control, mejor, y tenemos todos los documentos
para demostrar que hemos obrado bien, pero muchas de las denuncias expuestas por los concejales no se ajustan a la verdad”, dijo Olmedo.
El jefe comunal aseguró que los ediles cuestionan solo porque están “celosos” porque la administración está realizando muchas obras en la ciudad. Negó que existan sobrefacturaciones y transferencias indebidas.
Menos mal que la Justicia frenó la megalicitación en IPS por valor de US$ 67 millones. ¡Imagínense! Iban a tocar los fondos jubilatorios para darles el gusto a unos cuantos invisibles.
Cuentan que una Popeya manda en el Gabinete Militar, pese a que solamente es ayudante del mandamás de esa institución. Los uniformados están cansados de la prepotencia de esta señorita como también del repetido menú económico en el almuerzo: todos los días pollo y pancho con salsa.