Informe de ANDE revela que ya en el 2020 investigaba a mineras ilegales
La ola de calor que con dureza golpeó al país el último verano, e impactó con fuerza en el sistema de la ANDE, así como en la confianza de sus usuarios, no debe atribuirse solo a los incendios, a la escasa inversión o a la “reciente aparición de la minería de criptomonedas”, actividad a la que la estatal ya había dedicado mucho espacio en un informe que fechó el 29 de abril de 2020.
se titula “Intervención Agencia Regional Alto Paraná”, cuya responsabilidad atribuyen a un Comité Directivo de Intervención, fue elevado al Abg. René Fernández, el 6 de mayo de 2020, quien entonces fungía de secretario ejecutivo de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac).
La extensión del informe nos obliga a restringirnos a sus puntos más relevantes, por ejemplo, “algunas de la particularidades del modus operandi de las “Bitcoins” en el departamento de referencia, registradas por la Comité de intervención ...”.
1.- Generalmente se instalan en inmuebles alquilados, situación que les favorece en sus frecuentes mudanzas, dada la política de la ANDE de asociar la deuda de energía al inmueble y no al titular de pago.
2.- La infraestructura requerida para su funcionamiento es mínima, solo requieren de buena conexión a internet, energía eléctrica y un galpón o container refrigerado.
No declaran actividad real
3.- Si realizan el contrato con ANDE, no declaran la actividad real del suministro, sino cualquier otra industria o comercio. En muchos casos ni siquiera formalizan como clientes y se instalan en forma clandestina con conexiones directas, sin medidor.
4.- Recurren a todo tipo de métodos fraudulentos para evadir la facturación real del consumo de energía eléctrica, aplicando incluso métodos nuevos de manipulación de equipos de medición.
5.- Evaden los cortes de energía por falta de pago, aprovechando todas las falencias e inutilidad de las acciones en ese campo, acumulando pérdidas por sumas millonarias.
6.- Cuando la deuda y la cantidad de facturas acumuladas ya son insostenibles, simplemente desaparecen para instalarse en otro sitio. La mudanza resulta muy sencilla y puede hacerse en pocas horas debido a mínima infraestructura y a que el inmueble no les pertenece, dejando deudas que superan ampliamente el valor incluso de los inmuebles donde se encontraban.
7.- Realizada la inversión inicial, la actividad prácticamente ya no requiere de financiamientos externos.
Por último, como punto 8 de ese modus operandi , escriben que estas unidades tienen una “necesidad mínima, casi nula, de mano de obra”.
Detallan que en el lapso comprendido entre enero y marzo de 2020, el Comité en cuestión verificó a “16 clientes” que se dedicaban a la minería de los bitcoins, y que de esa docena y media, intervinieron a cuatro por irregularidades.