Expiró su orden de alejamiento, retornó a la casa y mató a su pareja y a su hija
Un guardia de seguridad asesinó a puñaladas a su concubina y a su hija de 14 años en Itá. Una niña de 10 años y un niño de 6 años se salvaron. El sospechoso acababa de regresar a la vivienda luego de que feneciera la orden de alejamiento que fue emitida e
El trágico hecho sucedió poco antes de la medianoche del sábado último en la compañía Caaguazú de la ciudad de Itá, departamento Central. El presunto autor del doble homicidio es Celestino Barrios Espínola, de 57 años, quien habitualmente trabaja como guardia de seguridad privada.
El fiscal de Itá, Eduardo Román, dijo que Celestino regresó a la casa hace pocas semanas, cuando expiró la orden de exclusión de hogar que había sido emitida en su
contra por un Juzgado de Paz, tras una denuncia presentada por su pareja, Vilma Vera Duarte, de 43 años.
No escarmentó
Aparentemente la restricción que le fue impuesta y que lo alejó de su familia por un tiempo no hizo efecto en el hombre, quien el sábado de noche reanudó su actitud hostil contra su pareja, según los informes.
Los reclamos de Celestino contra Vilma rápidamente llevaron a una agresión, que
en principio fue aguantada por la mujer, ya que sus tres hijos comenzaron a llorar.
Precisamente, en medio de los golpes propinados por Celestino contra Vilma, intervino la hija mayor de ambos, de 14 años de edad, quien trató de contener a su padre.
La adolescente contuvo por unos instantes el ataque de su padre y eso le dio tiempo a su madre para que huyera de la casa, llevándose a sus otros dos hijos de 10 años y 6 años.
Molesto por la intervención de su hija, Celestino tomó un puñal y la atacó con brutalidad, matándola en el acto. Ya completamente descontrolado, Celestino salió a la calle y fue tras su mujer y sus dos hijos, a quienes alcanzó a unos 150 metros, frente a una casa donde justo no había nadie en ese momento.
Salvó a sus otros hijos
En ese lugar, Vilma confrontó a Celestino para ganar tiempo y que sus hijos corrieran,
pero lamentablemente la mujer no pudo contener la furia asesina de su concubino, quien la atacó con saña.
Los desesperados gritos de los niños que sobrevivieron llamaron la atención de unos vecinos que los recogieron y llamaron a la Policía.
Cuando llegaron los agentes de la comisaría 12ª de Itá, la señora Vilma ya estaba muerta. Luego fueron a revisar la casa de la familia afectada y también hallaron
sin vida a la chica de 14 años.
Una hora después, en plena intervención de la Policía, reapareció en la escena del crimen el sospechoso Celestino, quien se entregó. Aún estaba “bañado” con la sangre de su mujer y de su hija y conservaba el puñal asesino.
El fiscal Eduardo Román dijo que lo va a imputar por feminicidio, por el asesinato de Vilma, y homicidio doloso por la muerte de la menor de edad.