Estacioneros de la nueva generación
La tradición de los estacioneros marca presencia cada vez con más fuerza durante las celebraciones de la Semana Santa en Ñemby. Arrancan con la Cuaresma. Los cantores de hoy representan a varias generaciones y los grupos reúnen a abuelos, padres e hijos d
A sus 4 años el pequeño Mateo Luciano Centurión ya viste el atuendo de estacionero y acompaña a su padre y tíos en los cánticos por las distintas capillas de Ñemby. Su padre, Aldo Centurión ,a los 35 años se ha convertido en maestro del grupo juvenil de estacioneros y ya lleva 19 años en la noble actividad. A su vez los hermanos de este, Víctor Damián (32) y Miguel Angel (30) Centurión, también forman parte del grupo de cantores de Semana Santa con mucha trayectoria, pues son 14 años de participación. Todos surgieron en la Capilla Santísima Cruz de la Sociedad Católica Amparo Seguro de los Cristianos.
El más pequeño de todos es Lucca, de tan solo diez meses, acompañando a su padre Lucas Ramiro Ruiz.
Otra familia de estacioneros es la de Julián Pavón, quien participa con sus hijos Moisés (26) y Rodrigo (22). El primero vive en Argentina y viene en Semana Santa para pasar con su familia y a la vez cantar con los estacioneros.
El grupo juvenil está integrado por 22 jóvenes que empiezan a ensayar ni bien
entra la Cuaresma. “Hay que practicar muchísimo para que todo salga bien. Hay niños, jóvenes y un adulto que es el maestro que ayuda y asesora”, dice Aldo Centurión.
La agenda de estos días es ardua. Los cánticos del programa comienzan con la evangelización de los Jueves Santo casa por casa en la comunidad. El Viernes Santo todos van a la parroquia para las Siete Palabras y luego la celebración de la Pasión. Luego vuelven a sus comunidades con los cánticos y rezos hasta la medianoche.
El repertorio es muy amplio,
con unas 100 canciones. Para cada día hay cantos específicos, incluso para los Viernes de Dolores. Sin embargo, las más usuales son unas 30.
Antigua tradición
La de los estacioneros es una antigua tradición. “Somos los que acogemos y tratamos de continuar. Hay gente con más de 50 años en la Comunidad Santísima Cruz”, agrega el maestro Isidoro Maidana (64), que se formó con los estacioneros mayores y ahora ayuda a los jóvenes con las actividades. Lleva 45 años de trayectoria.
Empezó a los 15 años con el fundador, don Gumersindo Duarte; y el primer maestro, el querido don Jerónimo Romero, hoy un tanto retirado por razones de salud.
Todo el repertorio de los estacioneros se canta a capela. La voz es la que expresa los sentimientos con su tono lastimero y de súplica.
“Yo soy primera voz y mi maestro Jerónimo Romero es segunda voz. La segunda voz es más grave y la primera más aguda, vamos intercalando para lograr el sonido
que queremos expresar”, refiere.
César Vera (46) encabeza el grupo de adultos y empezó hace 27 años. En principio era uno solo, pero hace ocho años decidieron formar grupos por edades, el juvenil y el de adultos, ante el interés que despertaban.
“Cada año se amplía más, y gracias a Jerónimo Romero esto se fue cultivando y creciendo. Por eso formamos los grupos. Casi todos a su vez llevan a su hijos como el caso del maestro Julián Pavón.
Su hermano, Leonardo Pavón, también participa y tiene a su hijo entre los jóvenes, igual que Narciso Céspedes. Yo tengo a mi sobrino también, y cada año incorporamos más jóvenes para que no se pierda la tradición”, señala Vera.
La Sociedad Amparo Seguro de los Cristianos se creó en 1948 y desde entonces ha albergado a los estacioneros que siguen la tradición de despertar la reflexión con sus cánticos en cada Semana Santa.