Juramento “faraónico” de Al Sisi
EL CAIRO (AFP, EFE).
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, prestó juramento ante el Parlamento para su tercer mandato al frente del más poblado de los países árabes, en un contexto de tensiones regionales y dificultades económicas.
Egipto, un país de 106 millones de habitantes, un tercio de los cuales vive por debajo del umbral de pobreza desde mucho antes de la crisis, atraviesa serias dificultades económicas, con una inflación del 40% en 2023, escasez de divisas y el colapso de la libra egipcia.
Al Sisi lleva una década en el poder.
Ganó las presidenciales de diciembre con el 89,6% de los votos, frente a otros tres candidatos y con los opositores fuera de juego o encarcelados. Este mandato, por un período de seis años, debería ser el último, según la Constitución.
Sisi, que fue jefe del ejército y ministro de Defensa, orquestó en 2013, un año antes de su llegada a la presidencia, la destitución del islamista Mohamed Mursi
tras grandes
“Reitero mi compromiso de completar el proceso de construcción de la nación”, dijo Al Sisi durante su investidura, y prometió hacer realidad las aspiraciones de la nación egipcia, con el “objetivo de construir un Estado moderno y democrático”.
Sisi, aliado de los occidentales en el Medio Oriente, fue acusado por las ONG
manifestaciones.
de ordenar la detención de miles de opositores políticos, ya sean islamistas o liberales.
Su juramento fue en el “faraónico” nuevo edificio del Parlamento en la Nueva Capital Administrativa de Egipto (NAC), en construcción desde 2015 a unos 40 kilómetros al este de El Cairo y que representa la joya de la corona de los megaproyectos encargados por Al Sisi.