CUIDADO CON LAS “MILAGROSAS” DIETAS DE VERANO

Alto verano, temporada de dietas milagrosas para mantener la línea. Pero, ojo, hay que tener cuidado con los extremos a los que se somete al cuerpo. Nadie baja de peso por dejar de comer a los 45 del segundo tiempo, todo profesional recomienda realizar un proceso realista. En síntesis, no se podrán conseguir resultados óptimos en unas semanas, así que es mejor tranqui- lizarse y hacer las cosas paso a paso.

Los propios nutricionistas recomiendan optar por las ensaladas con verduras de estación para hidratar el organismo y consumir algo fresco en lugar de comidas muy elaboradas. Pero algunas personas van al extremo y evitan todos los alimentos cocidos, con el viejo mito de que estos poseen más calorías. Una ensalada no hace un almuerzo, solo es una buena entrada si no está acompañada de proteínas, pero con estas se pueden sumar de forma moderada legumbres, pescados, carnes magras y pollo. Incluso podés mezclarlas con pastas o arroz, pero sin salsa.

Aumentar bruscamente la actividad física aprovechando el tiempo libre puede ser fatal. Es recomendable no empezar de manera repentina la práctica de ejercicios o aumentar de manera drástica la rutina habitual. Esto solo implicaría un mayor riesgo de lesiones y accidentes cerebrovasculares. Hay que empezar de forma gradual, y una de las actividades más recomendadas es la saludable caminata, que se puede hacer de 30 a 40 minutos diariamente para ir acostumbrando al cuerpo a la actividad física. Aunque no lo creas, el consumo de frutas en exceso puede

ser contraproducente, sobre todo por su elevado contenido de azúcar. Es recomendable ingerir una unidad como postre, pero no grandes platos de fruta; puede ser riesgoso para las personas con diabetes.

Eliminar una de las seis comidas del día. Con el horario más relajado de las vacaciones es común el desorden en la rutina de las comidas. Esto no es recomendable, ya que luego viene un hambre difícil de controlar. Así terminamos comiendo más de lo que necesita nuestro organismo.

Hay que tener en cuenta que si bien el verano es un buen momento para comenzar un régimen, no se puede poner en riesgo la salud haciendo dietas extremas y solo consumiendo ensaladitas. Todo lo que se hace con moderación rinde buenos frutos, así que planificá tu rutina alimenticia para perder esos kilitos de más sin matarte de hambre en el intento.