“Fue nuestra séptima luna de miel”
El merecido descanso después de un agitado 2016 le dio la excusa perfecta a Sanie López Garelli para escapar con su esposo, Christian Dumot, a una “nueva luna de miel”, como ella misma describió al viaje del que acaba de regresar. De vuelta a su agitada a
Al Norte, a las paradisiacas playas de México: allí apuntaron Sanie y su marido, Christian, para escapar del trabajo y el calor de infierno del verano paraguayo. Días de mar, sol, naturaleza y el necesario descanso formaron parte de esta séptima luna de miel de la pareja en la Riviera Maya.
Disfrutaron de unos días solitos con Christian…
- Sí, esta fue nuestra séptima luna de miel. Varias veces viajamos con toda la familia, pero los chicos ya están grandes y tienen sus propios planes. Tenemos planeado un viaje entre todos en poco tiempo más.
¿Qué hicieron en la Riviera Maya?
- No nos dedicamos a recorrer la zona, porque ya la conocíamos, así que esta vez nos concentramos en descansar y cargar energías.
¿Qué regalos compraste para tus hijos?
- Mi hijo mayor, Oliver, vive en Los Ángeles, Estados Unidos, así que no le compré nada. Pero Kevin, mi hijo menor, me hizo una larga lista (risas).
¿Los extrañaste?
- Siempre que estoy lejos extraño mucho a mis dos hijos. Por suerte, la tecnología nos mantiene cerca por medio de mensajes, fotos y llamadas. Trato de no ser tan invasiva y darles su espacio, pero me cuesta un poco.
¿Cómo celebraron el Día de los Enamorados en México?
- El Día de los Enamorados alquilamos un auto y fuimos a recorrer Chichén Itzá, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, un lugar muy místico. Nos impactó la cultura maya, con su conocimiento de astrología y sus construcciones. Al regresar cenamos en la playa bajo la luna y las estrellas.
¿Cuándo viajarán con tus hijos?
- En mayo tenemos previsto un viaje por la Costa Oeste de los Estados Unidos. Vamos a recorrer algunos lugares como Los Ángeles, San Francisco, el Gran Cañón, Las Vegas y Flagstaff, un centro de esquí donde hay nieve todo el año. Será un recorrido vía terrestre, alquilaremos una van o un minibús para entrar todos, porque varios amigos de mis hijos se están anotando para la travesía.
En tevé es importante mantenerse enfocado y no dejarse marear por la fama”
TRABAJO, FAMILIA, DEPORTES
Sanie se describe a sí misma como una persona cariñosa y sensible, muy enfocada en su familia. Ama su trabajo, que le da la posibilidad de estar en contacto con la gente y “por eso agradezco infinitamente el cariño y la lealtad de nuestra audiencia, que intento retribuir con dedicación y respeto”, comentó la conductora en este apartado.
¿Cómo pinta este año para vos?
- Para arrancar el 2017, le pedí a Dios bendiciones y salud para mi familia y también para mí. Este año, en Telefuturo, continuaré compartiendo con el público mañanero de Vive la vida, como lo hacemos con Rubén Rodríguez desde hace 13 años, junto a un equipo magnífico, con Clara Franco, Amparo Velázquez, Marcelo Urrutia y Rocío Pangrazio. A la noche, tengo el informativo Telediario con Óscar Acosta y Arturo Rubin, un espacio que requiere de seriedad y solvencia. Además, seguiré con las corresponsalías de CNN y Reuters TV.
Es mucha responsabilidad estar en la pantalla chica de mañana y a la noche.
- Sí, lo es y lo disfruto. Pero en tevé es importante mantenerse enfocado y no dejarse marear por la fama. Somos personas comunes que tenemos el privilegio y la responsabilidad de que nuestro trabajo sea compartido por muchísima gente. Desde mis inicios trabajé en programas mañaneros y me encanta la energía que hay en ese horario.
Vos sos mediática por tu trabajo y tu esposo tiene un perfil bajo, ¿cómo manejan esa diferencia?
- Es bastante difícil manejar eso, justamente porque él es perfil bajo y no le gusta aparecer en los medios. Por otro lado, a mí me piden fotos de mis actividades fuera del trabajo para compartir con nuestra audiencia de Vive la vida, y para las redes sociales de Telefuturo, sobre todo cuando estoy de vacaciones. Si bien es complicado manejar la situación, todo se logra con amor, respeto y comprensión.