TVO

La voz del pueblo futbolero

Directo, generando la inquietud de dirigentes, entrenador­es y futbolista­s. Así Javier Sosa Briganti se ganó al público que lo sigue. A casi un año de su regreso a los medios, luego de estar alejado por tres, el comentaris­ta charló con TVO. Arrancamos con

- Derlis Iván Matto / Fotos: Mónica Matiuda

Casi 20 años en Paraguay convirtier­on a Javier Sosa Briganti (61) en un verdadero fanático del tereré. Su termo lo acompaña a todas partes, así hace frente a nuestro pesado clima. “Una vez dije que nunca viviría en Asunción ni en Guayaquil, por el intenso calor de las dos ciudades. El destino me terminó ubicando en Paraguay, gracias al calor aprendí a reemplazar el mate uruguayo por el frío del tereré, que es mi bebida preferida de todos los días”, arrancó contando el uruguayo. ¿Cómo llegó a nuestro país? El propio Javier nos cuenta. Acompañano­s en este recorrido por su historia, en la cual no falta el tema que le apasiona: el fútbol.

Javier, ¿cómo llegaste a Paraguay?

- A finales de los 90, a Osvaldo Domínguez Dibb se le ocurrió abrir una radio con un comentaris­ta y un relator uruguayos. Su gerente fue a Uruguay a realizar una prueba con periodista­s y fui elegido junto con Jorge García. El 21 de mayo de 1999 pisé Paraguay por primera vez, y el 25 de ese mes debuté con un superclási­co en la cancha de Luque. Ganó Olimpia 1-0 con gol de Denis Caniza, en el último partido de Roque Santa Cruz antes de viajar para incorporar­se al Bayern Múnich de Alemania.

¿Llegaste con tu familia?

- A los dos meses vino mi familia; gracias a Dios conté con su apoyo. Fue un lindo desafío, ya que lo normal es que vayan a otro país a buscar futbolista­s, no periodista­s (risas).

¿En Uruguay hacías periodismo deportivo?

- Siempre me gustó el fútbol, incluso fui árbitro, pero como no me agradaba entrenar, me incliné hacia el periodismo. Llegué a estar en un programa muy escuchado en mi país, que me brindó la posibilida­d de viajar por el mundo. Incluso recuerdo haber ganado el único concurso televisivo que realizó el Canal 4 de Uruguay para formar parte del plantel que trabajó durante el Mundial del 98. El equipo principal viajó a Francia y yo me quedé con los informativ­os, las entrevista­s y demás en Montevideo.

¿Jugaste al fútbol en algún momento?

- Nunca lo hice profesiona­lmente, pero debo confesar que era un recio zaguero central, muy horrible jugando, por cierto (risas).

CONCEPTOS VARIOS

Su marca registrada y directa no faltó en esta nota al tocar varios temas como la corrupción en el fútbol, Cerro Porteño, Olimpia y, por supuesto, la Selección. Atendé las perlitas.

¿Por qué un periodista deportivo no revela su club?

- Me parece una tontería, podés revelar tu club, pero tenés que ser coherente con tus críticas. Solo así la gente te reconocerá como buen periodista. Hay que ser siempre objetivos, Rubio Ñu y Guaraní son los clubes de la mayoría de los periodista­s. Se esconden ahí (risas).

¿Cómo se eliminaría la violencia en el fútbol?

- El día que lleven presos a los dirigentes que dan entradas de favor a esos mantenidos y drogadicto­s mal llamados hinchas de fútbol.

Corrupción en el fútbol…

- Quedó demostrada con gente que se creía intocable y que hoy está presa. Así como hay periodista­s, abogados y médicos deshonesto­s, también existen dirigentes corruptos. Puede haber más, me parece que va a seguir cayendo gente.

¿Qué te parece el trabajo de Francisco Arce al frente de la Albirroja?

- Arce fue una mala elección de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF). Se jugó por un candidato equivocado. Durante casi dos meses, la gente de la APF se bajó los pantalones a Reinaldo Rueda,

para que 15 días antes de que se juegue un nuevo combo eliminator­io, lo designen a Arce. Fue mentira que era un plan B, era lo que quedaba luego de la negativa de Rueda. Un papelón cuya responsabi­lidad recae sobre el presidente, Robert Harrison. Vamos a ver cómo termina esta historia.

¿Qué se necesita para ser un técnico de Selección?

- Aparte de conocimien­tos, ser una persona honesta, no entrar en el negocio de los empresario­s y las amistades ni permitir que un dirigente te imponga jugadores. Por eso siempre dije que Gerardo Tata Martino marcó una época en Paraguay, ya que nunca se dejó manosear y tuvo el respaldo de Horacio Cartes y Marcos Canner, que consolidar­on el trabajo serio de Martino. Después vinieron otros que mezclaron caprichos personales y convocator­ias de gente que uno nunca entiende. ¿Qué necesita Cerro Porteño para conquistar un título internacio­nal? - Dedicarse a la coherencia de clarificar objetivos. Hablando con Osvaldo Domínguez Dibb, una vez le pregunté cuándo entraría de nuevo al fútbol para volver a ser campeón de América. Me respondió: “Mi hijo, para ganar la Libertador­es tenés que invertir cinco millones de dólares”. Hay que ver a qué se apuesta: a un megaestadi­o (lo que me parece fantástico) o a darle la Libertador­es a la gente, armando un equipo que cuesta esa cantidad de plata, trayendo un técnico a la altura de los jugadores. ¿Cómo calificás a Marco Trovato? - Es un tipo que quiere hacer bien las cosas en Olimpia, pero que lastimosam­ente está muy mal rodeado. La gente que lo acompaña en la dirigencia toma decisiones erradas que le terminan costando caro al club, en lo deportivo y en lo financiero. De los futbolista­s jóvenes, ¿a quién ves con mucho futuro? - En esa no entro, soy de la idea de que los periodista­s tenemos la facilidad de inflarle el globo a los jóvenes. Hace poco escuché que a un chico de la Sub 17 lo están comparando con Salvador Cabañas. Por Dios, dejémoslo tranquilo, a esa edad darle la mochila pesada de un grande como lo fue Cabañas es una locura. ¿Por qué le cuesta mucho al jugador paraguayo llegar a la élite del fútbol? - Porque están en un ambiente donde la farra es muy barata y abundan las botineras. Paraguay es un país en el que sobran modelos y ahí se va toda la atención de un futbolista, que debería estar más pendiente de su profesión. Pocos son los que llegan a Europa para sobresalir. Un jugador puede asegurar hasta el futuro de sus nietos si administra bien su dinero, pero no todos tienen ese pensamient­o. MÁS DE SOSA BRIGANTI Es uruguayo, pero radica en nuestro país junto con sus hijas, Natalia (37) y Rossana (32), hace 18 años. Un detalle: su primer nieto, Kevin (12), es

paraguayo. Por si le faltaran motivos para tenerle un sentimient­o especial a nuestra tierra, está en pareja con Aracely Recalde, una paraguaya con la que inició una relación hace cuatro años. ¿El tipo alterado que vemos en televisión es un personaje? - Para nada, yo soy así en todos lados. En mi trabajo, en mi vida privada, con mis amigos. Tengo la misma personalid­ad, soy de explotar muy fácilmente y creo que eso es beneficios­o para mi salud, corro menos riesgo de sufrir algún infarto, ya que expulso todo lo que me molesta en ese momento. Así como me fastidio, a los cinco minutos estoy normal y me siento liberado. Es mi carácter frente y detrás de cámaras. ¿Sos hincha de algún equipo de fútbol? - La verdad, no simpatizo con ningún club. No entiendo cómo la gente puede ser tan fanática de un equipo. Para mí es un deporte maravillos­o y lo uso como pasatiempo porque me gusta. Solamente grité dos goles en mi vida como periodista: el de Pablo Bengoechea a Brasil en la Copa América 1995, que terminó ganando Uruguay por penales, y el gol de tiro libre de José Luis Chilavert a Colombia en el Campín de Bogotá por las Eliminator­ias para el Mundial de Corea/Japón 2002. ¿Qué haces cuando no estás trabajando? - Trabajo todos los días, después me voy a mi casa para estar con mi familia y así cansado como suelo estar me encanta cocinar. Los fines de semana se los dedico a las pastas y los asaditos. ¿Tenés otro empleo? - Sí, soy gerente de una empresa, un trabajo que me brindó José Luis Gaglio cuando yo no estaba en los medios. Le estaré agradecido de por vida. Además, me da permiso para cumplir con los compromiso­s en la tevé, eso solo lo hace gente buena como él. ¿Sentís que el público se identifica con lo que decís? - Creo que sí, porque yo digo lo que pienso. No vivo del periodismo como para no decir la verdad por miedo a represalia­s y quedarme sin laburo. Yo digo en voz alta lo que la gente piensa en voz baja, y por eso se identifica­n conmigo.

Yo digo en voz alta lo que la gente piensa en voz baja”

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PROTAGONIS­TAS. Algunos personajes que tuvieron la opinión de Javier Sosa Briganti en la amena charla con TVO.
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 ??  ?? SIN FILTRO. Tener otro empleo, no depender del periodismo deportivo, hace que Sosa Briganti no le rinda cuentas a nadie acerca de sus opiniones.
SIN FILTRO. Tener otro empleo, no depender del periodismo deportivo, hace que Sosa Briganti no le rinda cuentas a nadie acerca de sus opiniones.

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