¡Las mamás todoterreno!
Son mujeres mediáticas y multifacéticas, pero además de llevar adelante sus tareas profesionales, ante todo, son mamás. Yolanda Park, Tana Schémbori, Paola Maltese y Melissa Quiñónez dividen su tiempo entre el trabajo y los hijos, y en medio de sus ajetre
Muchas madres se sentirán identificadas con las protagonistas de esta nota, que dividen sus días entre sus hijos, el trabajo, la casa y sus propias necesidades. A veces se pasa más tiempo fuera de la casa, y la crianza no es tarea fácil. Pero la satisfacción de llegar y recibir una sonrisa de los chicos no tiene precio y reconforta el alma. Las mamás superpoderosas existen y acá te presentamos a cuatro de ellas, que hacen magia para compartir tiempo de calidad con sus niños.
YOTA: “MAXI ME HACE MEJOR PERSONA”
La querida Yota es mamá de Maximiliano Jiro (6), quien ya es todo un hombrecito y va al primer grado. Es la luz de los ojos de la conductora de La mañana de cada día. Por él, la Park daría todo.
¿Cómo es ser madre de un varón?
- Ser madre es una bendición gigante. Serlo de un varón, y sobre todo de Maxi, me hace sentir una elegida de Dios. Maxi es un ser muy noble, superinteligente y un ejemplo para nosotros. Siempre nos demuestra cuánto podemos disfrutar de las pequeñas cosas, ¡que no hace falta mucho para ser feliz!
Cuando conocimos a Maxi, de tres meses, Roberto nos dijo: “Es el nuevo novio de Yota”.
- (Risas) ¡Me reacuerdo! ¡Y también dijeron que sería un pequeño dictador! Acertaron en ambos casos (risas). Sí... es cierto. Es un hijo muy especial, me cuida mucho. Pese a que tiene solo seis años, es él quien me llama a preguntar si estoy bien, me recuerda que no llegue tarde y sostiene con su amor y sus ocurrencias nuestra familia. Eso sí, ¡se vuelve loco cuando Roberto le pregunta si quiere una hermanita! ¡Chispea! (Risas).
Tu hombrecito, ¿es celoso de mamá?
- ¡Es superceloso! Y lo aprovecho... Porque en cualquier momento me aparecerá alguna señorita que será la destinataria de sus celos. Así que, mientras sea yo la única mujer de su vida, ¡lo disfruto!
En esa primera producción, nos decías: “Ya nadie pregunta por mí, sino por Maxi"...
- ¡Preguntale a los chicos de la producción! ¡Nadie me hacía caso a mí! ¡Todo era Maxi nomás! (Risas). Yo soy muy feliz cuando lo veo tan maduro, tan abierto con las personas. ¡Maxi sabe que todos son sus tíos! Que todos acompañaron muy de cerca su nacimiento y crecimiento, y que hay mucho amor en torno a él.
¿Qué pasatiempo compartís con tu hijo?
- ¡Con Maxi vivimos el fútbol! Como habrán visto, todas sus poses son de futbolistas (risas). Dybala, Cristiano, Pogba (risas). Vamos a jugar al parque, coleccionamos camisetas de equipos, ¡tenemos más de 150! También estudiamos juntos para los exámenes. ¡El primero fue un éxito! En inglés hicimos 25 de 25, así es que vamos bien (risas).
Ser mamá en el siglo XXI es un desafío tremendo, ¿verdad?
- Es un desafío gigante. A veces me pregunto qué mundo le estamos dejando a nuestros hijos. Es por eso que debemos hacer lo que podamos para construir un lugar mejor, ¡vale la pena! El ejemplo es lo más importante. Hay que actuar en consecuencia.
¿Maxi te acompaña a donde podés llevarlo?
- ¡Siempre! A veces me siento un poco culpable por no estar más tiempo con él. Este año surgieron algunas circunstancias que me dieron la posibilidad de estar más a su lado. Crezco con él. Maxi me hace mejor persona. ¡Veo el mundo con otros ojos! Y es maravilloso
verlo crecer, así que cualquier espacio que tengamos para estar juntos lo aprovechamos.
¿Qué valores inculcás a tu nene?
- La honestidad, el respeto, la solidaridad. Siempre le digo que debe saber que hay niños que no tienen sus posibilidades, y hay que compartir y ayudarlos. Recuerdo que un día le llevé a la casa donde yo vivía, en Barrio Obrero, muy humilde. Le expliqué cómo fue mi infancia. Ahí entendió muchas cosas.
¿Sos una mamá exigente?
- Soy superexigente. En el tema académico soy tan exigente como mis padres lo fueron conmigo. No le exijo que saque todo cinco, pero sí todo su esfuerzo en cada cosa que emprenda. El tema “así nomás” conmigo no va. Pero en otras situaciones de la vida soy de ceder muchísimo (risas) ¡La débil soy yo! Tengo el sí fácil con Maxi. Roberto es más firme con él.
¿Pensás tener otro hijo?
- Sí, siempre lo hablamos con Roberto. Maxi por suer- te no es hijo único, tiene dos hermanos mayores maravillosos. ¡Leila, ya una señorita, y Paulo, que es su ídolo! ¡Lo adora! Paulo es su ejemplo en todo, ¡y se extrañan muchísimo cuando no se ven! Pero siempre hablamos de la hermanita. Lo que ya pillamos es que no tenemos que preguntarle a Maxi (risas).
MELI: “MAXI ES EL AMOR DE MI VIDA”
La conductora de E40, Melissa Quiñónez, está enamorada de su pequeño Maximo (5). El peque va al preescolar y es muy compinche de su mami. Siempre que pueden salen juntos y les encanta ir al cine.
Meli, ¿qué significa ser la mamá de Max?
- Ser la mamá de Maximo fue lo mejor que me pasó en la vida. No existe una palabra, frase o párrafo que explique lo que siento como mamá.
Cuando lo presentaste en TVO, con solo dos días de nacido, nos dijiste: “No puedo creer que Max haya estado en mi panza”.
- Sí, Maximo fue muy esperado. Antes de embarazarme ya sabía que mi primer hijo iba a ser varón. Sentía una intuición única y estaba segura de ello.
¿Sos mamá clueca?
- ¡Sí, soy muy clueca! (Risas).
Al apagarse el micrófono de la radio y las luces del canal, ¿continuás trabajando en casa?
- Sí, y Maximo me lo reclama. Por eso trato de dejar aunque sea un rato el celular y las responsabilidades del trabajo cuando estoy con él.
Max completa tu vida, definitivamente...
- ¡Total y absolutamente! Maximo es el amor de mi vida, lo más importante. Es todo para mí.
¿Es complicado ser mamá de un niño pequeño y trabajar fuera de casa?
- Muy complicado, pero siempre busco el equilibrio. No nací en una cuna de oro y sé que solo podemos salir adelante trabajando duro.
¿Los fines de semana son de Maximo?
- Sí, los fines de semana trato de estar para él 100%, y si algo lo impide, busco en la semana regalarle un día a solas con mamá. Vamos al cine, al parque, hacemos cosas divertidas juntos y eso enriquece nuestra relación madre-hijo.
¿Qué les encanta hacer juntos?
- ¡Juntos hacemos de todo! Jugamos, hablamos mucho y, por sobre todo, nos mimamos.
¿Cómo te calificarías como mamá? ¿Buena, exigente, amiga?
- Me pongo un siete, ninguna mamá es perfecta. Pero me encantaría, más adelante, ser para mi hijo, ¡una mamá 10!, pero que él lo diga. Soy una mamá exigente (risas), ¡pero al mismo tiempo amiga!
¿Qué valores le inculcás?
- Respeto, honestidad y amor, por sobre todas las cosas.
Crecen rápido los hijos, hay que disfrutarlos ahora que son pequeños. Siempre vemos que Maximo te acompaña a todos lados.
- ¡Me acompaña en todo! Ya sabe que mami es famosa y lo está asimilando muy bien. No es fácil para un niño, pero con su personalidad, su independencia e inteligencia lo está digiriendo con madurez. Al principio lloraba cuando me pedían una foto, ahora se suma a todas y ¡posa con nosotros! (Risas).
¿Es celoso?
- Creo que sí, un poco. Por Maximo guardé soltería, me asustaba la idea de lastimarlo si rehacía mi vida. De a poco lo voy asimilando, pero estoy consciente de que eso va a suceder a su debido tiempo.
O sea que ahora mamá Meli está solita y sola.
- Sí, sola. Disfrutando de Maximo.
TANA SCHÉMBORI: “AHORA TODO GIRA ALREDEDOR DE BAUTI”
Para la cineasta Tana Schémbori, el amor de Bautista Nicolás Insfrán Schémbori (5) es el motor que la mueve día a día. El pequeño, que va al kindergarten (jardín de infantes), a veces la acompaña a las grabaciones y hasta ya tiene poses de actor.
Ser la mamá de Bautista, ¿qué significado tiene en tu vida?
- Para mí, ser la mamá de Bautista es comprobar que los milagros existen. Es la tarea más hermosa, es para toda la vida. Es tal vez la misión más importante y más linda que me dio la vida.
¿Tu vida cambió desde que llegó tu hijo?
- Mi vida cambió. Sigo siendo independiente, multitarea total, trabajólica hasta el extremo, pero lo que hizo Bauti fue que encaminara mis metas, que tuviera objetivos más claros, que priorizara otras cosas. Sigo siendo bohemia, pero no teniendo una vida tan bohemia, porque evidentemente tener un hijo implica ordernarme y reorganizarme totalmente.
¿Cómo te va en esta primera infancia de Bautista?
- Esta etapa es muy hermosa y muy desafiante. Ahora empezó el cole grande, es enfrentar nuevas tareas, nuevos horarios. Sobre todo, trato que mi presencia y mi acompañamiento en la vida de Bauti sean lo mayor posible, porque eso es lo que a veces cuesta cuando sos una mamá que trabaja. El tiempo compartido debe ser de calidad, porque a veces una está, pero con miles de cosas, como el celular, los compromisos.
¿Podés describir a Bauti?
- Es un niño muy especial, le gusta mucho jugar, es sociable, es muy positivo, siempre está alegre, es muy lúdico y compañero, se va conmigo a todos lados. Pero eso mermó un poco ahora, porque con el cole tuvimos que administrar mejor sus horarios, aunque trato de darle calidad de tiempo. Ahora todo gira alrededor de Bauti, antes giraba todo en torno a mi trabajo, tanto
mis actividades como las de su papá (José Insfrán). Las veces que puedo, hago oficina en casa.
¿Ya estudia actuación?
- Todavía no, ¡pero le encanta actuar frente a las cámaras! En todo momento le quito fotos y le grabo. En el Taller Integral de Actuación (Tia) recién empiezan a los ocho años, y a esa edad sabremos si le gusta o no. Es un personaje, él quiere tener su canal de YouTube, y entonces enseñar a lavarse los dientes, o lo que sea. Sí va a la escuela de fútbol, pero me gusta que juegue en la casa, que invente cosas, no lo quiero llenar de tantas actividades fuera del cole.
¿Cómo es mamá Tana?
- Soy una mamá que trata de que Bauti goce de cierta libertad desde chiquito, de optar por lo que quiera hacer, pero siempre sabiendo que debemos tener cierta disciplina. En ese sentido, su papá es más riguroso, marca la disciplina; yo soy más floja. Realmente, nuestros hijos nos enseñan a ser mamás, porque no sabemos si estamos haciendo bien o mal.
¿Qué valores trasmitís a tu hijo?
- El más importante creo que es el amor, que es la base de todo. Además de la honestidad y la sencillez, porque estamos en un mundo muy materialista. En casa conversamos mucho a la hora de la cena, rezamos antes de comer y hablamos en familia.
PAOLA: “ES INCREÍBLE CÓMO SE TE AGRANDA EL CORAZÓN...”
La conductora y actriz Pao Maltese disfruta al máximo de su maternidad. Saskia (5) y Rinske (3) la tienen loca de amor y juntas forman un divertido trío.
Mamá de dos nenas, ¿cómo te hace sentir?
- ¡Feliz! La verdad, cada día es una aventura nueva, un aprendizaje. ¡Es lo mejor! Sin caer en frases cursis ni nada de eso, de verdad, lo mejor que me pasó es ser la mamá de estas dos nenas. Son todo para mí, cualquier día difícil ellas me cambian por una sonrisa, hacen magia en mi vida. Igual es todo un desafío tener dos hijos, las actividades y los momentos diferentes; a una de repente le tengo que llevar al baile, a la otra a la natación, siempre trato de dividirme para estar con ambas, ¡pero se puede y vale la pena!
¿Buscarás el nene?
- ¡Sí! La verdad, queremos tener otro hijo, sea nene o nena. Igual creo que estaría bueno ya que viniera un varón (risas), pero si viene otra niña, genial. Es demasiado hermoso tener a nuestras nenas, son tan dulces, cariñosas, superatentas, compañeras. Veremos qué pasa, si viene una nena o un nene.
¿Qué sentiste cuando nació Saskia?
- ¡Felicidad! Con un poquito de dudas, de cómo sería en mi nueva tarea. Pero tener a mi mamá con tanta energía y ganas de disfrutar de ser abuela me ayudó muchísimo. Mis hermanas también, que ya eran mamás. Sobre todo, la maternidad para mí es felicidad, no hay muchas angustias, las únicas son cuando están enfermas o se sienten mal. Desde Saskia, cuando fui mamá primeriza, me sentí muy segura y la pasé muy bien.
Con Rinske ya tuviste más experiencia...
- Sí, tuve más experiencia, pero solo en cambiar pañales, dar de mamar, las vacunas, ya estaba como más tranqui. Pero cada embarazo y cada bebé fue diferente. Rinske, por ejemplo, tuvo alergia a la proteína
de vaca hasta los dos años, y yo tenía que hacer una dieta para darle de mamar y que no le pasara nada que tuviera proteína de leche. No comía nada que viniera de la vaca.
Fue más complicado, entonces.
- Con Rinske tuve experiencias que me asustaron muchísimo por esa alergia que ella tenía, ¡casi se me asfixió en algunas oportunidades! La verdad, Saskia y Rinske fueron bastante diferentes de bebés. Fueron dos experiencias hermosas, maravillosas y totalmente distintas, pero siempre llenas del placer de ser mamá, de criar.
¿Qué actividades comparten las tres juntitas?
- Nos vamos a merendar, hablamos, jugamos, les busco del baile y me cuentan sus anécdotas. Almorzamos juntas y me cuentan cómo les fue en el cole y la guarde. Estamos en una etapa en que da tanto gusto estar con ellas, porque las dos siguen siendo entre bebés y niñas. Ya se puede conversar con ambas, pero también tienen esas cositas de bebé, sobre todo Rinske. ¡Estamos en una etapa tan mágica!
¿Sos una mamá amiga?
- Sí, pero igual soy muy firme en mis decisiones. Si algo es no, trato de mantener eso. A no ser que lleguemos a un acuerdo y negociemos: “¿Querés comer postre?, tomá tu remedio”. Pero soy muy firme en las reglas de la casa, y de comportamiento, sobre todo. Intento de que sean disciplinadas, pero tenemos una conexión muy fuerte entre las tres. En sus miradas o tonos de voces ya sé lo que les pasa.
¿Cómo combinás trabajo con maternidad?
- No es fácil. Es complicado. Hay días en los que tengo muchas actividades, las extraño y digo: “¡Cómo quiero estar con ellas!”. Pero deseo que me admiren, que la gente les hable de su mamá y a ellas se les hinche el pecho. Jamás habrá un trabajo que sea más importante que un evento de ellas. No hay reunión en la que haya faltado o días especiales en la guarde o el cole. Algunas veces tengo que grabar mis programas para buscarlas del baile, por ejemplo.
¿La mayor satisfacción que te da ser mamá?
- Hay tantas. Creo que el ser mamá ya es la mejor satisfacción, pero cada experiencia nueva es gratificante, como entender algunas cosas que en algún momento me dijo mi mamá y ver que tenía razón (risas).Todos los días son felices, puedo tener problemas laborales, sentimentales, personales, pero ellas son como una luz que hace que todo esté iluminado siempre. No hay días oscuros, esa es la mayor satisfacción, saber que un abrazo de ellas puede curar todo. ¡El abrazo de los hijos es lo más curativo del mundo! Además, cada vez que alguien viene y me habla bien de ellas o sus logros me da mucha satisfacción. Creo que el mayor legado que podemos dejar en la tierra son buenos hijos. ¡Es una aventura ser mamá! Y vas aprendiendo por el camino, que está lleno de alegrías y juguetes esparcidos por la casa.
Cuando nació Saskia nos dijiste que te convertiste en una mujer superpoderosa, ¿recordás? Con dos hijas, ¿cómo te sentís?
- Sí, recuerdo. Y ahora con dos nenas me reafirmo en que me hacen sentir superpoderosa. Con ellas todo lo puedo. Cuando estaba embarazada de Rinske, decía: “¿Será que le voy a querer tanto como a Saskia?”, y es increíble cómo se te agranda el corazón con cada hijo. Les amo con toda mi alma, infinitamente, a las dos. Te crecen el corazón, las agallas, la fuerza, la valentía, el coraje, por eso me reafirmo en que me hacen sentir superpoderosa. Luz González / Fotos: Mónica Matiauda / Producción: Amalia Rivas Bigordá / Asistentes de producción: Arnaldo González - Derlis Matto / Locación: La Factoría Hotel / Agradecimientos: Botica Mágica Yota: María Sonia Gauto / Prendas de Maxi: Zara Kids / Maquillaje y peinado: Lourdes Ivaldi Meli: Soraya Bittar / Prendas de Maximo: L’uomo / Bijouterie: @paulanegraopy / Peinado: Ouh La La Peluquería / Maquillaje: Ruti Moleri Paola y sus nenas: Negro Vázquez para Caburé y Caburé Kids / Joyas: Oliver Weber by Swaroski / Peinado y maquillaje: Gabby Dose Tana: Diseño de Lizette Ortiz y Patricia Medina para Lizpa Alta Costura / Traje de Bauti: Diseño de Jork Aveiro / Bijouterie: Bardot de Emma Viedma / Peinado y Maquillaje: Marie Carol