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“Mi mamá significa todo para mí”

Para María Laura Olitte, el inicio de mayo fue un poco duro. Su mamá enfrentó una enfermedad que incluso la obligó a internarse y mantuvo bastante preocupada a la familia. Con doña Marita Oliveira mejor, Malala sonríe más tranquila y se animó a una charla

- MALALA OLITTE

Malala Olitte y su familia pasaron días complicado­s con el delicado cuadro de salud que enfrentó su mamá, doña Marita Oliveira. La conductora y sus hermanos se llevaron un buen susto cuando tuvieron que internar a su madre por un principio de neumonía. Con doña Marita mucho mejor, María Laura volvió a la calma y hasta se animó a posar con su mamá para seguir celebrando con TVO el Mes de la Madre. Por su parte, a doña Marita la encontramo­s con mucha fortaleza y contenta por los cuidados que le dieron sus hijos durante su convalecen­cia. “Son la mejor herencia que me dejó mi marido, don José Olitte”, contó emocionada la viuda del recordado humorista con el que tuvo a José Miguel, María José, Maricha, María Margarita, María Yolanda, Malala, Pablo Jeremías y José Emanuel.

Doña Marita, ¿cómo andás de salud?

- Ahora muy bien, gracias a Dios. Hace un par de semanas tuve un fuerte cuadro de neumonía que hizo que me internara y me asusté sinceramen­te.

¿Cómo fue la reacción de sus hijos?

- Todos estuvieron muy pendientes de mí. Solían turnarse para cuidarme mientras estaba interna-

da. En ese sentido soy muy bendecida, porque mis ocho hijos son la mejor herencia que me dejó mi finado marido, José Olitte.

¿Malala te cuidaba mucho?

- ¡Sí! Entre sus múltiples actividade­s de trabajo y familia, ella siempre se ingeniaba para ir a quedarse conmigo. Me ayudaba a bañarme y lavarme la cabeza. ¡María Laura es un ángel!

¿Los cuidados siguen ahora que estás en casa?

- Sí, María Laura me llama y me pregunta qué tal estoy. Yo le digo que estoy bien y que se quede tranquila, pero ella me vuelve a preguntar: “¿No me mentís pa hina, mamá?” (Risas).

Ahora, a cuidarse para evitar una recaída, doña Marita...

- Mis hijos me miman, me malcrían, pero también saben hasta qué punto. En ese sentido me cuidan muchísimo y gracias a ellos ahora estoy muy bien de salud. Antes ellos eran los caprichoso­s y ahora dicen que soy yo (risas).

¿Cómo era Malala de chica?

- Ella era muy traviesa e hiperactiv­a. Estudiaba en un colegio donde yo trabajaba como secretaria y siempre tenía que andar controlánd­ole (risas). Pero dentro de todo, muy buena hija, superamoro­sa y muy atenta.

¿Qué sentís al verla en televisión?

- Muy orgullosa como mamá al verla triunfar en lo que tanto le gusta. La televisión fue siempre su sueño y desde chica quiso seguir los pasos de su papá.

MÁS TRANQUILA Y CON NUEVO PERFIL

Desde que su madre recibió el alta médica, Malala respira tranquila. Para la conductora de tevé, doña Marita es palabra santa, tanto así que dejó a un lado el perfil conflictiv­o a pedido de ella. “Mi mamá me pedía que pare un poco con eso”, reveló.

Te vimos muy preocupada por tu mamá en los últimos días…

- Hace poco mi mamá se había roto el hombro, y como ella es diabética, tuve miedo de que la herida no cicatrizar­a. Por suerte no pasó a mayores, y cuando volví a estar tranquila le agarró un cuadro de neumonía que me preocupó bastante, porque a mi papá le había agarrado lo mismo y después fue empeorando. Ese fue mi temor, pero gracias a Dios superó y hoy ya está en casa tranquila y en buen estado de salud.

¿Qué decidieron hacer entre hermanos ante esta situación?

- Somos una familia muy unida y rápidament­e nos pusimos de acuerdo para cuidar de mamá. La pasamos un poco difícil, pero con fe, rezando y cuidándola mucho, pudimos superar ese trago amargo.

¿Cómo es la relación con tu mamá?

- Mi mamá significa todo para mí. Cuando mi papá falleció, yo tenía 18 años y era como que aún no tenía noción de lo que es la vida, sentí que no pude cuidarlo del todo. Hoy, mucho más madura, me doy cuenta de las responsabi­lidades; una de ellas es precisamen­te cuidar de mi mamá. Es por eso que me paso llamándola todos los días, preguntand­o cómo está y si le hace falta algo.

Mis hijos me miman, me malcrían, pero también saben hasta qué punto”, doña Marita

Cuando mi papá falleció, yo tenía 18 años y era como que aún no tenía noción de lo que es la vida”, Malala

¿Sos la más mimada entre los hermanos?

- José Emanuel, el octavo hijo, es el preferido de ella, aunque mis hermanos dicen que soy yo (risas). En realidad creo que fui la más mimada por mis padres. Tengo siete hermanos, todos son trabajador­es y muy buena gente. Eso le hace sentir bien a mi mamá.

¿Cómo es doña Marita?

- Mi mamá tiene un carácter muy especial. Es divina por dentro, muy servicial y como mamá es admirable, porque nunca nos hizo faltar nada. Crió a ocho hijos, casi sola te diría, porque mi papá se pasaba viajando y trabajando. Es una mujer noble, pero demasiado terca (risas). No quiere cuidarse, desea aprovechar lo máximo la vida, tomarse unos tragos con sus hijas, pero siempre le explicamos y, aunque le cuesta, termina entendiend­o (risas).

¿Cuál es la anécdota que más recordás con tu mamá?

- Recuerdo que fuimos a Río de Janeiro de vacaciones y, estando frente al Cristo Redentor, se soltó a llorar de la emoción. Mi abuelo nació en esa ciudad y le había prometido que alguna vez la llevaría a conocer el monumento. Como él falleció, no pudo cumplir esa promesa, y gracias a que se me ocurrió llevarla conmigo, conoció el lugar donde nació su padre. Es una de las anécdotas más lindas que tengo con ella.

¿Cómo es en su rol de abuela?

- Yo me peleo al dos por tres con ella porque demasiado le malcría a mis hijos (risas). Es terca, porque a escondidas hace las cosas, y sus nietos, felices con la abuela porque les da todos los gustos.

Tenés un perfil más tranquilo últimament­e...

- ¡Sí! Es que mi mamá me decía que pare un poco con eso, que ella no me conocía así y que me aleje de esas cosas. Fui entendiend­o y hoy me siento feliz dándole esa tranquilid­ad a mi mami.

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 ??  ?? LA MÁS MIMADA. Doña Marita y Malala tienen una hermosa relación madre-hija, como amigas, confidente­s y compinches.
LA MÁS MIMADA. Doña Marita y Malala tienen una hermosa relación madre-hija, como amigas, confidente­s y compinches.
 ??  ?? NUEVA VIDA. Malala se enfocó en el trabajo, la familia y sus proyectos, dejando a un lado las peleas del pasado.
NUEVA VIDA. Malala se enfocó en el trabajo, la familia y sus proyectos, dejando a un lado las peleas del pasado.
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