UN RECURSO DESESPERADO
En julio de 1990, pocos días antes que Alberto Fujimori asuma el máximo cargo de la Nación, se realizó en nuestra capital el III Interquórum “Curso de política y gestión del desarrollo”, organizado por la Fundación Friedrich Ebert. Participaron jóvenes líderes de Acción Popular, PPC, APRA, Izquierda Socialista e Izquierda Unida. Allí mismo se prometió que en octubre realizaría otro evento similar con la participación de la dirigencia juvenil de Cambio 90 (el primer partido del fujimorismo).
Al final todos los representantes suscribieron un comunicado de consenso “como símbolo de la voluntad de entendimiento que prevalece en las nuevas promociones de políticos”.
“Conseguir el consenso supone el rechazo de todo dogmatismo y sectarismo, y el rescate de las propuestas positivas del eventual adversario, lo cual no significa la negación o desaparición de las discrepancias”, decía el comunicado.
Han pasado 40 años y los jóvenes que suscribieron esto ya son sesentones que casi nunca llevaron esta prédica a la acción. El país está más dividido que nunca y hablar de consenso es una quimera. Estamos a un paso del precipicio y cualquier llamado a un Acuerdo Nacional parece un recurso desesperado del que está en el poder para mantener sus privilegios. Ha trascendido que el presidente Pedro Castillo expresó su deseo de nombrar un gabinete de ancha base.
El problema es que el futuro seguirá sombrío para el país mientras estemos bajo la conducción de un personaje incompetente e incapaz para conjugar ideas y planificar proyectos promisorios a favor del país.
El abogado Juan Carlos Díaz, defensa legal de la menor ultrajada en Chiclayo, alertó un posible retraso en las investigaciones debido a las dificultades que pueden surgir en el traslado del confeso violador, Juan Enríquez García, desde el penal de Challapalca, en Tacna, hasta la ciudad de Chiclayo, donde presuntamente cometió el delito.
“Si es que este sujeto no puede ser llevado en su debida oportunidad a Chiclayo, para la reconstrucción de los hechos, podría darse un aplazamiento o reprogramación de la diligencia. Nosotros esperamos que la investigación preparatoria culmine en el más breve plazo”, explicó.