Ataques a policías y periodistas en marcha pro Castillo
» Manifestantes fueron mucho menos que los que participaron en la última movilización contra el Gobierno. Policía debió usar gases lacrimógenos para controlar la turba
Además de una convocatoria mucho menor a la que cosechó la Marcha Nacional Reacciona Perú, en contra del presidente Pedro Castillo, otra característica resaltó en la movilización denominada “La toma de Lima”, en favor del investigado jefe de Estado: la violencia. En efecto, los manifestantes que recorrieron ayer las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola, en el Centro de Lima, con la intención de llegar al Congreso, no solo atacaron a los agentes policiales destacados al lugar para resguardar la seguridad, también a varios periodistas.
La protesta comenzó aproximadamente al mediodía de ayer, con una concentración en la Plaza San Martín, donde la turba empezó a agredir verbalmente y a amenazar a los equipos de prensa desplegados para cubrir la marcha, ante la pasiva mirada de la Policía Nacional.
Aproximadamente a las 2:00 p.m., los simpatizantes del jefe de Estado arrojaron objetos, agua y hasta golpearon al reportero Alonso Dávila, de Panamericana.
Horas después, ya con la marcha en desarrollo, en el cruce de la avenida Abancay y el jirón Cuzco la turba agredió al camarógrafo Juan Zacarías, de Canal N, e intentó retener a un equipo de Televisa. De nuevo, las fuerzas del orden fueron meros expectadores.
MÁS ATAQUES. La agresión a la prensa no quedó ahí. Minutos antes de las 6:30 p.m., Diego Vertiz, reportero de PBO, también fue blanco de ataques. En su caso, incluso, uno de los manifestantes le robó el monopie que utilizaba para sus labores. Cerca ya del Palacio Legislativo, los manifestantes agredieron también a la Policía a palazos y pedradas. Fue necesario que los efectivos utilizaran gases lacrimógenos para controlar y dispersar a la turba, que se replegó hasta Nicolás de Piérola, primero, y luego a la Plaza San Martín, donde la protesta se disolvió de a pocos.
Al cierre de esta edición, trascendió que se detuvo a por lo menos dos personas, una de ellas con un cuchillo.