“La OEA tiene un enorme reto frente al pueblo peruano”
¿Cuál es su balance preliminar del primer día de trabajo de la misión de la OEA en Lima?
Recordando que la solicitud, invocando la amenaza de un golpe de estado, era y es absolutamente injustificable, y que ha habido una seguidilla de insultos del premier (Aníbal Torres) a las autoridades públicas y eclesiásticas, acusándolas de un complot para un golpe de Estado, este primer día no ofrece las garantías suficientes. Se solicitó, a través de los medios, que las entrevistas fueran públicas y televisadas en vivo para poder evaluar lo que se pregunta y lo que se contesta. La primera reunión con el presidente y el Gabinete en pleno era injustificable. Bastaba la presencia del presidente, el primer ministro y el canciller.
La Corte Suprema ratificó que las investigaciones de la Fiscalía a Castillo deben seguir, ¿es revelante para la delegación de la OEA?
La ratificación es absolutamente pertinente a los efectos de que la misión conozca, entienda y sopese que la actuación de la Fiscalía, respecto al presidente y a distintos personajes incursos en variados delitos, se realiza en el marco de sus competencias, conforme a la Constitución y las leyes de la República. Es relevante para la OEA que se sepa toda la verdad y nada más que la verdad.
¿Confía en la imparcialidad de la delegación que está en Lima y del Consejo Permanente?
Recordando que el Consejo Permanente de la OEA aprobó la conformación del Grupo de Alto Nivel sin haber dado lectura al informe del relator que visitó Lima, siendo esto una irregularidad y basándose solamente en los argumentos falaces del presidente Castillo, la delegación que visita Lima tiene un enorme reto frente a la OEA y ante el pueblo peruano de ser veraces, de ser imparciales, de actuar conforme al criterio de conciencia respecto a las evidencias que se ponen a su disposición, sea en las reuniones o, como ha dicho el representante del secretario general, abrir una suerte de mesa de partes virtual para quienes deseen argumentar o adjuntar documentos.
El Gobierno llamó a la OEA, ¿podría resultar en un disparo a sí mismo?
Si la verdad prima, si la objetividad reina y la imparcialidad, finalmente, es puesta en el informe que emita la misión, no puede haber otro resultado que evidenciar que en el Perú se vive un proceso de confrontación política producto de la alta corrupción que rodea al presidente, la alta corrupción de sus familiares, que conformarían una supuesta organización criminal para delinquir y en la que el señor Castillo es sindicado, por la Fiscalía de la Nación, de encabezarla.