¿Saben esto las municipalidades?
ción y –ocasionalmente– viviendas sociales?
¿Saben ustedes que los mecanismos usados en el mundo para la transformación de esos espacios en centros de actividad social fueron alianzas público-privadas (APP), obras por activos, obras por impuestos y, en algunos casos, hubo un cofinanciamiento por la municipalidad a cambio del uso de la sede para actividades de la misma?
¿Saben ustedes que el éxito de esas iniciativas respondió a la gestión del proyecto por el sector privado, así como al compromiso y patronización de actividades y membresías de grandes empresas bajo el concepto de la responsabilidad social corporativa?
El objetivo es convertir esos espacios públicos en plataformas de transformación social, a través de actividades como el deporte, la culturaylasociabilización.Todoestoenmarcado en un nivel de civismo donde se promueva la igualdad de género, el respeto a las personas y a la propiedad. Esas iniciativas son pedidas a gritos por municipalidades con población promedio de bajos ingresos, donde hay gran necesidad de espacios seguros y de integración; inexistentes en estas zonas de la ciudad. Ya existe un proyecto referencial, llamado ActivaClub, en un área de 25 mil m2 en el distrito de Independencia y que tiene un gran impacto social. Consta de sede social para talleres, además de programas para jóvenes y para la tercera edad, piscina olímpica, cancha profesional de fútbol y canchas para otros deportes –estableciendo ligas para equipos de la municipalidad, tanto masculinos como femeninos–. La iniciativa fue desarrollada como una APPautosostenible,quenolehacostadonada alamunicipalidadyqueestárecibiendopagos anualesdelconcesionariomásimpuestosyarbitrios por montos que superan los S/200 mil. Ello aparte del impacto social del proyecto. A través del mismo, se integran las diferentes instituciones del barrio mediante convenios para que usen las instalaciones a costos especiales, ya sea para eventos deportivos o sociales –como clases de educación física para los colegios de la zona (bomberos y policías practican el deporte)–, así como un espacio seguro para que las niñas y mujeres del barrio puedan desarrollarse, entrenar o ser parte de unequipo.Contarifasfamiliaresacomodadas a la capacidad de pago de la comunidad –que equivale en este caso a un sol por día para cada miembro de la familia–, este proyecto es asequible para las poblaciones más vulnerables, generándolesunespaciopropioenelquepueden desarrollar una sensación de pertenencia. Todo lo anterior genera alto rédito político a las autoridades competentes.
Los resultados son extraordinarios: reducción de la criminalidad, el vandalismo y el consumo de drogas. Asimismo, se fomenta una alta participación de los jóvenes (hombres y mujeres) en programas deportivos, se observa un incremento sustancial de autoestima en la comunidad, se registran menores ausencias y un mejor desempeño en las
“El objetivo es convertir esos espacios públicos en plataformas de transformación social”.
escuelas, una mayor interacción social de la comunidad, etc.
En aras de esta información, ¿no deberían las municipalidades priorizar y sistematizar esas iniciativas en sus dos vertientes, incrementar la cobertura y calidad de sus servicios públicos, y transformar esos mal usados espacios públicos en sedes de desarrollo e integración social?