“Esto del virus no lo sientes hasta que lo vives”
Para ganar una competencia de kata, lo que necesita Andrea Almarza son movimientos perfectos. Para vencer al COVID-19, lo que le exigían era estar inmóvil. Esa fue la lucha que tuvo que llevar la karateca nacional para salir airosa de uno de los momentos más difíciles de su carrera.
A inicios de febrero, se contagió de coronavirus dentro del ambiente familiar. Recuerda que fueron cuatro días de fiebre intensa y luego dolores en las articulaciones que le hacían dudar de su futuro. “¿Qué pasa si no me curo? ¿Si mi físico ya no rinde como antes? ¿Si hago mi kata y me agito más?”. Un sinfín de ideas”, nos cuenta, pero superó todo eso.
Andrea pudo entender la gravedad de todo porque su abuelo también se enfermó de gravedad. “A mi abuelo le han podido conseguir el concentrador de oxígeno y eso ha costado casi 10 mil soles y digo: `Con razón que tanta gente la pasa tan mal'. Por eso, esto no lo sientes hasta que lo vives, hasta que te toca”, nos dice desde Chorrillos.
—Aprendizaje—
Tras estar prácticamente todo febrero inactiva, Andrea se reintegra esta mañana a los entrenamientos presenciales de la selección de karate. La motivación de haber superado la enfermedad, de haber descubierto algo más de ella (“Me ha enseñado que sí soy fuerte, porque a veces dudaba de eso”) y el reencontrarse con el karate la tienen emocionada, pese a que sabe que aún no existe un calendario de competencias cercanas.
Ella forma parte del equipo femenino de kata yen Tokio 2020 solo habrá la categoría individual, pero eso no la desenfoca, al contrario, trabaja el doble para en el futuro también tener alguna chance olímpica.