“Hay un alto riesgo de censura y de controlar contenidos”
Considera que la suscripción de las declaraciones de Chapultepec y de Salta sería “una buena señal del rumbo democrático” del actual gobierno.
Carlos Jornet, presidente de l a Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa, consideró que el proyecto de ley del legislador Abel Reyes ( Perú Libre) que busca ejercer un control sobre el contenido de los medios de comunicación “puede ser una caja de Pandora compleja para la democracia”.
—El congresista Reyes, de Perú Libre, ha presentado un proyecto de ley que tiene como objetivo declarar de necesidad pública e interés nacional “la justa y equitativa distribución” del espectro electromagnético y radioeléctrico en la radio, televisión y otros medios. ¿Cómo se puede interpretar esta clase de iniciativas del oficialismo?
La analizamos con mucha preocupación. Este tipo de legislación siempre genera altos riesgos para la libertad de expresión y de prensa […]. Estos proyectos suelen llevar inserto un virus de censura, de intención de controlar el debate ciudadano. La ley tal y como está redactada deja un amplio margen para la discrecionalidad. Nadie puede estar en desacuerdo con el objetivo de lograr mayores voces, lograr que a todo el territorio peruano lleguen las telecomunicaciones, pero hay un alto riesgo de censura y de controlar contenidos en varios párrafos del proyecto [de Reyes].
“Esto me trae reminiscencias a algunas leyes de medios que hubo en Ecuador y en Argentina, en la primera época del kirchnerismo”.
—¿Existe un peligro de intervención a medios de comunicación que no son afines al gobierno? Totalmente. Esto me trae reminiscencias a algunas leyes de medios que hubo en Ecuador y en Argentina –en la primera época del kirchnerismo–, en Bolivia y hoy mismo en Nicaragua. Hablar, por un lado, de libertad de expresión, de garantizar el derecho ciudadano a comunicarse y a generar contenidos y difundirlos, y por el otro lado, sobre la posibilidad de que el Estado controle a los medios y su contenido, creo que es una contradicción que está ínsita en este proyecto. En el momento del debate parlamentario, sin duda, se va a tener que analizar en profundidad, porque puede ser una caja de Pandora compleja para la democracia y la libertad de expresión en el Perú.
—¿Es necesario que el presidente Castillo marque distancia de esta clase de iniciativas que provienen de su agrupación?
Sin duda, porque no sé si este es un proyecto que nació realmente de la voluntad de una persona o si hay una movida por detrás de ellos, pero hablar, por ejemplo, de que los medios de comunicación han olvidado su rol de comunicar con objetividad empieza a ser una delimitación, intromisión en el periodismo, que resulta peligrosa, porque un gobierno que busca la pluralidad de voces tiene que admitir que haya medios que hablen un discurso distinto al que tiene el gobierno.
—A casi dos meses del inicio del gobierno de Castillo se han registrados agresiones físicas y también verbales de partes de integrantes del Ejecutivo a periodistas. ¿A la SIP le preocupa la relación del Ejecutivo con los medios de comunicación? Sí, queremos ser muy cautos en el análisis. Los gobiernos cuando inician obviamente pueden tener algunos tropiezos, pero realmente nos preocupa este tipo de actitudes de intolerancia hacia la prensa, algunas expresiones que buscan descalificar el trabajo periodístico. Creemos que de ningún modo contribuye a establecer un marco de libertad de expresión.
—El Consejo de la Prensa Peruana y el IPYS le solicitaron al presidente Castillo suscribir las declaraciones de Chapultepec y de Salta, pero aún no hay una respuesta. ¿Qué mensaje daría si no lo hace? Obviamente, está en su derecho de hacerlo o no hacerlo, pero creemos que sería una buena señal del rumbo democrático del presidente Castillo suscribir esas declaraciones, porque son principios generales que todo gobierno democrático debería poder cumplir más allá de cuál sea su posición ideológica, como respetar el debate ciudadano, el derecho del pueblo a expresarse, de los periodistas a informar e incluso ser críticos del gobierno. Creo que esto es una regla básica de un régimen republicano y democrático.
“Realmente nos preocupa este tipo de actitudes de intolerancia [del gobierno de Castillo] hacia la prensa”.