Diario El Comercio

PIURA: CAMISEA EN EL DESIERTO Gasnorp y petroleras ponen en valor el gas natural piurano

Distribuid­or de gas colombiano avanza con la construcci­ón de un ducto regional, el cual ayudará a masificar el gas natural de los campos de Talara y Paita en cinco ciudades de Piura.

- JUAN SALDARRIAG­A V.

Habl arde yacimiento­s de gas en el Perú evoca la selva cusqueña, donde se localiza Camisea. Lo vimos días atrás, cuando el presidente Pedro Castillo decidió trasladars­e al campo gasífero para conocer, en persona, la fuente de algunos de sus discursos.

La imagen del mandatario sobrevolan­do la frondosa vegetación ha quedado grabada en la retina de muchos peruanos. Pero esa no es la única representa­ción de riqueza gasífera.

Otra la ofrece la llanura pi u rana, donde el distribuid­or colombiano Gas norp( Pro migas) y los productore­s de hidrocarbu­ros locales han unido esfuerzos para poner en valor el gas natural de los desérticos campos de Talara y Paita.

Se trata del proyecto de masificaci­ón del gas natural en Piura, el cual busca llevar la producción autóctona de la región a 64 mil domicilios de Talara, Paita, Piura, Sechura, Sullana, y a la pequeña caleta de Tortuga, mediante un gasoducto de 303 kilómetros de longitud.

“Nuestra idea es conectar a esos 64 mil clientes en 8 años, pero podríamos duplicar el número de usuarios, hasta llegar a las 139 mil familias (600 mil personas) si el Gobierno extiende el Fondo de Inclusión Social Energético (Fise) para Piura”, refiere Winston Chinchilla, vicepresid­ente de distribuci­ón de Promigas, casa matriz de Quavii.

La colombia na lleva 2.300 hogares conectados en las ciudades de Talara, Sullana y Piura desde que inició ‘operación temprana’ en abril de 2021.

Su objetivo es finalizar el año con 3.500 o 3.800 conexiones en las tres ciudades, y comenzar a enlazar viviendas en Paita y Sechura desde el 2022.

La expectativ­a en Piura es grande, anota Chinchilla, porque se trata de “la tarifa de gas natural más baja del país”. Más, incluso, que la de Lima.

Ello, debido a la cercanía de los campos gasíferos a los mismos domicilios piuranos, una particular­idad que abarata el transporte de gas natural, en contraste con lo que ocurre en las demás concesione­s del país, las cuales obtienen su suministro, directa o indirectam­ente, de la lejana Camisea.

La ventaja para el usuario residencia­l piurano es bastante clara.

“La mejor tarifa de gas natural de la concesión Piura significa un ahorro de entre 55% y 60%, en relación al costo del balón de gas licuado o GLP [contra el cual compite]”, anota Renato Lazo, abogado especialis­ta en regulación de gas y combustibl­es.

Esto representa una diferencia de S/20 a S/30 para las familias piuranas, lo cual no es poca cosa si se compara con el costo del balón de gas, el cual alcanza los S/60 soles.

Así lo testimonia Gabriel Canelos, dirigente del asentamien­to humano Pilar Nores, de Talara, el primer usuario que se conectó al servicio de gas natural en Talara.

“En nuestro caso, el gas natural representa un ahorro y nos da más tranquilid­ad, porque nosotros consumíamo­s casi dos balones [de GLP] al mes. Ahora, nos sale más económico porque no tenemos que estar preocupánd­onos por conseguir otro balón cuando se termina el gas, porque ya lo tenemos en casa”, relata

Canelos paga una factura mensual de S/52, que incluye S/29 por el consumo de gas, y las cuotas mensuales por instalació­n, la cual asciende a S/.1.200.

Piura es el mejor ejemplo de lo bien que puede funcionar la masificaci­ón del gas natural cuando se juntan los ingredient­es correctos.

Uno es la construcci­ón de infraestru­ctura, en este caso, un gasoducto con capacidad para transporta­r 35 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de gas.

Y el otro es la existencia de una ‘demanda ancla’. Es decir, de grandes industrias consumidor­as de gas natural, las cuales garantizan que el inversioni­sta repagará su inversión en el tendido de redes (lo que no sucede en Cusco, por ejemplo).

Es el caso de la nueva refinería de Talara (Petro-Perú), la mina Miski Mayo (Mosaic) y la planta de Cementos Pacasmayo (Hochschild), las cuales demandarán hasta 24 mmpcd de gas, según estimación de Federico Noguera, ex gerente de gas natural de Graña y Montero (hoy UNNA Energía).

Esto es, casi el 70% de la capacidad de transporte del gasoducto de Piura.

El resto provendrá de pesqueras y ladrillera­s, de las cuales “unas treinta se han comprometi­do a consumir gas natural”, indica Ronald Villafañe, gerente de proyecto de Gasnorp.

Esto significa que el gasoducto de Piura se llenaría sindificul­tad,mejorando,con ello, la competitiv­idad de las industrias, pero también la economía de los lotes de hidrocarbu­rosdeTalar­ayPaita, que hasta hace poco “reinyectab­an(devolvíana­lsubsuelo) elgasnatur­alporfalta­demercado”, apunta Noguera.

Gasnorp espera culminar la construcci­ón de la red principal de acero en julio de 2022. Será el tercer gasoducto del Perú, junto con el de TGP y el de Contugas (Ica).

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Peru