Proyecciones de la industria minera al 2022
Solo por un instante vuelvo a ser niño y con la ilusión intacta escribo una lista con cuatro deseos para nuestra industria minera, una lista que en la Nochebuena dejé debajo de un árbol y espero se cumpla el próximo año:
Deseo 1: el diálogo nacional liderado por nuestras principales autoridades elegidas nos permite concordar que la promoción de la actividad minera formal es una ventana de oportunidad para acelerar el cierre de brechas sociales en todo nuestro territorio. Ventana de oportunidad para nuestro país, dado el portafolio de cobre y oro que hemos desarrollado y la creciente demanda mundial por estos dos metales.
Deseo 2: este mismo diálogo nos permite a todos los peruanos confirmar que nuestro progreso sí es posible, en la medida en que nos enfoquemos en optimizar el modelo de gestión de los fondos públicos que tenemos disponibles y que podríamos seguir generando por varias décadas adicionales. Modelo de gestión pública basado en altos estándares de planificación, organización, ejecución, control y transparencia.
Deseo 3: las empresas mineras se incorporan a la reflexión colectiva acerca de los planes de desarrollo territorial que debemos delinear con criterios de sostenibilidad y atendiendo el desafío adicional del cambio climático.
Deseo 4: las empresas mineras en sus áreas de influencia operativa despliegan todo el conocimiento adquirido del territorio para abocarse, junto con las autoridades públicas, a las siguientes tareas prioritarias pospandemia y todas ellas enfocadas en la persona: restablecer la educación pública y recuperar los 2 años perdidos, con el uso de tecnología de la información; actualizar la empleabilidad de los jóvenes mediante programas de formación ad hoc; e incrementar la produc
“La promoción de la actividad minera formal es una ventana de oportunidad para acelerar el cierre de brechas sociales en todo nuestro territorio”.
tividad y acceso a los mercados de la oferta productiva existente.
Sin embargo, a mi edad soy consciente de que no existe Papá Noel, esa figura casi mesiánica a quien le atribuíamos la capacidad de atender, cuando niños, nuestra lista de deseos.
Si todos los involucrados –autoridades de gobierno, oposición política, comunidades campesinas, empresas mineras y sociedad civil en general– lográramos dialogar y concordar los cursos de acción; si depusiéramos posiciones parciales y abrazáramos una misma visión de desarrollo de nuestro país, sin un ápice de nostalgia y con una actitud madura y responsable (exenta de manipulación o violencia); entonces, la lista de deseos para el año 2022 debería ser alcanzable.
En caso contrario, tendremos que esperar la llegada de los Reyes Magos.