El camino incierto de América Latina
Colombia y Brasil afrontarán elecciones claves este año, mientras la expectativa estará en el nuevo gobierno de Chile.
IAmérica Latina, la región más desigual del mundo, con paradojas y muchísimo potencial, deja un año retador y con varios asuntos pendientes para el 2022, donde la palabra clave será la incertidumbre. En algún momento la región del mundo más afectada por la pandemia del coronavirus, pero que ahora tiene uno de los mejores índices de vacunación, afronta con cautela el 2022, un año en el que habrá elecciones claves y donde la economía, golpeada por el COVID-19, continuará esquiva su proceso de recuperación.
“Hay una incertidumbre muy alta”, señala Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano. “Si la pandemia pasa, ¿qué queda en América Latina? Pues un estancamiento económico muy notable. Se dice que con suerte en el 2022 se llegará al 3% de crecimiento para toda la región, lo cual es muy poco”, agrega a El Comercio.
“Y el otro problema es el político, pues la democracia no va bien”.
Para el analista, el 2022 seguiría el camino del 2021 en cuanto al rechazo de mandatarios en ejercicio, lo que se verá reflejado en las elecciones que se darán en algunos países, como Brasil y Colombia. “Con las complicadas condiciones económicas y sociales, hay un terreno fértil para respuestas más populistas. El mensaje ‘ anti establishment’ tiene cada vez más fuerza entre muchos latinoamericanos”, explicaShif ter.
Gustavo Petro Candidato a la presidencia de Colombia
Nayib Bukele Presidente de El Salvador
Gabriel Boric Presidente electo de Chile
Nicolás Maduro Presidente de Venezuela
Jair Bolsonaro Presidente de Brasil
Luiz Inácio Lula da Silva Expresidente de Brasil
—¿Giro a la izquierda?—
En este 2022 habrá dos elecciones claves en Sudamérica. Colombia y Brasil elegirán nuevo presidente, y los resultados podrían tornar más rojo el mapa del subcontinente.
En mayo, los colombianos buscarán el reemplazo del impopular derechista Iván Duque, y las opciones más claras podrían estar entre Gustavo Petro, de izquierda, o Sergio Fajardo, que se perfila como el candidato de la coalición de centroizquierda.
En Brasil, entre tanto, la pugna está casi cantada entre el ultraconservador Jair Bolsonaro y su archirrival, el exmandatario de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
De ganar Petro en Colombia y Lula en Brasil, la izquierda se fortalecería en Sudamérica, con solo Ecuador y Uruguay bajo liderazgos conservadores. Shifter, no obstante, prefiere matizar las etiquetas de izquierda y derecha en la región: “Es más probable que gane Lula en Brasil a que gane Petro en Colombia, pero eso no quiere decir que América Latina esté moviéndose efectivamente hacia la izquierda. En esos países hay un rechazo del gobierno en ejercicio”.
Desde México, la analista internacional Aribel Contreras considera que el viraje a la izquierda es resultado del hartazgo y la inequidad en la distribución de la riqueza. “Cada vez hay más pobres, y la pandemia afectó mucho al sector empresarial y generó más desempleo”.
—El estreno de Boric—
Si hablamos de izquierda, la reciente elección de Gabriel Boric en Chile está elevando la expectativa sobre lo que pasará en el país tras uno de los comicios más polarizados que recuerde su historia.
“Muchos de los analistas concordamos en que hay incertidumbre, pues no está muy claro cómo será el gobierno de Boric. Y la pregunta más importante es qué rol va a asumir dentro de su gobierno, pues el Boric de antes de la primera vuelta mostró una tendencia mucho más ala izquierda, mientras que hubo un cambio hacia la segunda vuelta, cuando se acercó a la centroizquierda. Además, él no controla el Congreso”, precisa a este Diario Silvana Amaya, analista senior de la consultora Control Risks.
“Boric sabe perfectamente que para implementar su agenda de reformas de fondo va a necesitar superar diferencias y tratar de buscar coaliciones y alianzas”, explica Shifter.
—Maduro se aferra—
La pregunta de todos los años es si, finalmente, Nicolás Maduro saldrá por la puerta falsa del Palacio de Miraflores. La respuesta, sin embargo, no es la que la mayoría de venezolanos espera. La fragmentación y falta de unidad de la oposición ha contribuido a un empoderamiento del dictador, esto sumado a levísimas mejoras en los índices económicos en el país petrolero.
“La oposición perdió lo que se llama el ‘momentum’ y le será muy difícil recuperarlo”, comenta Amaya. “Si hubiera elecciones libres, en Venezuela Maduro saldría derrotado. Pero a la oposición le faltan unidad y estrategia, y el liderazgo de Juan Guaidó ya se desplomó”, dice Shifter.
La situación no será muy diferente en Nicaragua, donde Daniel Ortega se ha encargado de encarcelar a casi todos sus opositores u obligarlos al exilio.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, no puede quedar al margen de este análisis. “Tiene un estilo autoritario y populista, y se ha beneficiado del enorme desencanto hacia los políticos tradicionales”, comenta Shifter, quien apunta que el peligro de líderes como él es que aprovechan su popularidad para concentrar el poder, una práctica que se ha vuelto habitual en nuestra región.