La gastronomía abraza el arte de Joaquín López Antay
Tiyapuy, el emprendimiento de papas nativas ayacuchanas que surgió con la pandemia, rinde homenaje al legado del maestro artesano.
Don Alfredo López Morales recuerda con cariño a Joaquín López Antay. Cuenta que no le decía abuelo sino papá –“estaba prohibido porque no quería sentirse viejo, aunque era anciano”, dice–, y que siendo joven lo ayudó a pintar sus figuras. Por ello rememora la técnica que empleaba para hacer sus máscaras y retablos, los materiales y la madera que usaba, además de ciertas anécdotas familiares. Como aquella sobre el día en que le llevaron su almuerzo al taller, y de la sopa el abuelo artesano retiró una papa sancochada, la puso sobre su batán y con el tenedor la hizo puré y añadió yeso, para luego exclamar: ¡esta es la masa que me faltaba para hacer mis retablos! La papa, desde entonces, siempre estuvo presente en su obra.
El de 2021 fue un año para recordar al maestro López Antay: se conmemoraron 45 años de la entrega al artesano ayacuchano del primer Premio Nacional de Cultura, y cuatro décadas de su fallecimiento. Y como un destaque más a su gran legado, un emprendimiento gastronómico de marcada identidad ayacuchana tuvo la feliz idea de promover su arte: Tiyapuy, línea de alimentos que pone en valor el trabajo de 150 agricultores de comunidades campesinas de Huamanga, Cangallo, Huanta y La Mar, en Ayacucho, lanzó a fines del año una presentación de edición limitada para sus chips de papitas nativas mixtas. La lata lleva los diseños típicos de la obra del maestro y su familia. Don Alfredo indica que son f lores silvestres modificadas estéticamente, combinadas con líneas que son enredaderas, en amarillo, rojo, fucsia, verde, azul y morado.