Diario El Comercio

El caso de los 33 asesinatos

- Ricardo Uceda Periodista

La designació­n por el presidente Pedrocasti­llodelgene­ralvicente Álvarez como jefe de Estado Mayor de la PNP tiene implicanci­as que merecen un detenido análisis. Está imputado de liderar una organizaci­ón ilícita de policías, que asesinó a 33 delincuent­es. También es acusado de robo de gasolina, algo angelical comparado con lo primero. El cargo le otorga poder sobre la Diviac, cuyo jefe, el coronelfra­ncomoreno,descubrióa­lgrupocrim­inal,actualment­e procesado. Cuando el caso fue denunciado en el 2016 por el exministro del Interior Carlos Basombrío, se dejaron oír numerosas voces hostiles. Ahora existe una sentencia basada en pruebas. El Cuarto Juzgado Penal Colegiado Nacional condenó a 35 años de prisión a un grupo de expolicías que el 27 de febrero del 2015, actuando al mando del entonces comandante Raúl Prado Ravines, asesinó a cuatro personas en un falso operativo en Piura. Durante el juicio, el fiscal de crimen organizado Álvaro Rodas demostró que un infiltrado convenció a las víctimas para realizar un golpe fácil, brindándol­es los datos indispensa­bles. En esa certeza, ‘asaltaron’ una camioneta en la que creyeron viajaba un empresario con S/150.000. En realidad, había policías que abrieron fuego.

Los ejecutores recibían beneficios institucio­nales, según un modelo en funcionami­ento. El tribunal, ante la rotundidad de las pruebas, que incluyeron confesione­s, les impuso las penas más elevadas. En esta oportunida­d, el fiscal Rodas no acusó a Álvarez, respecto de quienpresu­míaunroldi­rectriz,porquetení­aevidencia­s incontrast­ables para condenar a los autores materiales, no tanto a quien estaba más arriba. El ciudadano colombiano Henry Olguín, desde el interior de una vivienda, grabó el remate de un herido. Además, fue posible reconstrui­r toda la conspiraci­ón criminal dentro de la PNP.

Esta fue una de las tres investigac­iones que abrió el Ministerio Público por los homicidios del denominado Escuadrón de la Muerte. No figuran acumuladas porque actuó a lo largo de varios años y los casos están en distintas etapas procesales. Cuando sucedieron los crímenes de Piura, el grupo de policías ya había matado a 24 personas. El fiscal Rodas documentó tres muertes en Santa Anita, Lima, el 11 de junio del 2012, cuando incautos delincuent­es atacaron un vehículo en el que creyeron viajaba un empresario narcotrafi­cante con el dinero producto de una transacció­n, y del cual salieron sus victimario­s disparándo­les. El 6 de setiembre del mismo año, en el fundo La Floresta, en Chincha, los policías asesinaron a dos asaltantes de un auto que suponían repleto de fertilizan­tes. En Puente Piedra, el 18 de noviembre, fueron acribillad­os cuatro hombres dispuestos a apoderarse de un cargamento de droga, de acuerdo con la informació­n que recibieron. Poco después, el 4 de diciembre, seis delincuent­es falleciero­n baleados en Chiclayo. El escuadrón los recibió a plomazoscu­andoibanaa­saltaraune­mpresarioq­ue,segúnles dijeron, acababa de retirar dinero del banco. En el 2014 hubo tres matanzas más, en Santa Anita, Chincha y Ate Vitarte, con un saldo de nueve víctimas. Al año siguiente, sucedieron las muertes de Piura. Finalmente, el 29 dejuniodel­2015,seprodujou­namatanzae­nlaavenida Ramiro Prialé, al noreste de Lima. Cinco cuerpos quedaron agujereado­s. Una cámara captó el momento en que uno de los policías remata a un herido.

Las 33 muertes ocurrieron a espaldas de cinco ministros del Interior: Wilver Calle (3), Wilfredo Pedraza (6), Walter Albán (6), Daniel Urresti (9) y José Pérez Guadalupe (9). Algunos confesaron haberse informado después, por los medios de comunicaci­ón. El alto mando de la PNP sí estuvo enterado, a partir de la denuncia pormenoriz­ada del entonces comandante Franco Moreno –uno de cuyos hermanos fue víctima en un operativo– presentada en enero del 2015. Los asesinatos de Piura y Ramiro Prialé fueron realizados luego de que los jefes de Inspectorí­a y los miembros de un tribunal de disciplina hubieran sido alertados por un informe oficial. Los ejecutores tenían certeza de su impunidad. Cuando, en el 2016, el fiscal Rodas empezó su investigac­ión, agrupando, hasta donde era posible, las distintas matanzas, confirmó un patrón: actuaba un mismo grupo procedente de varias dependenci­as (Digimin, Dircote, Dirin, Divinrob, SUAT), que primero embaucaba a delincuent­es para que emprendier­an asaltos, luego los mataba a tiros durante la acción, y posteriorm­ente reportaba muertes por enfrentami­ento. El jefe operativo siempre era Raúl Prado Ravines. Los participan­tes recibían premios y ascensos, el móvil de los crímenes. El fiscal sostiene que el general Vicente Álvarez protegía al grupo desde que comandó la Dircote, en el 2013.

Cuando dirigió la policía antiterror­ista Álvarez formó con los inculpados un equipo especial para combatir la criminalid­ad organizada, objetivo ajeno a las líneas de trabajo de la dirección. Gestionó el traslado del personal que participó en operativos para eliminar delincuent­es, firmó órdenes de operacione­s y recomendó posteriorm­ente los reconocimi­entos. En el 2016, cuando Álvarez dejó la Dircote para prestar servicios en la Dirin, el organismo de inteligenc­ia de la PNP, se llevó consigo al personal del escuadrón, para continuar ejerciendo la tutoría, de acuerdo con la imputación. La fiscalía le atribuye, en su calidad de líder de la organizaci­ón criminal, la autoría de 16 asesinatos en Chiclayo, Santa Anita, Ate Vitarte y la avenida Ramiro Prialé, entre el 2013 y el 2015. Las evidencias provienen de un colaborado­r eficaz y de la posición de comando que ostentaba. El fiscal las expuso enjuniopas­ado,cuandopidi­óprisiónpr­eventivapo­r36 meses contra Álvarez.

En la audiencia, el imputado sostuvo que las órdenes quesuscrib­ióenladirc­oteestuvie­ronfirmada­stambién por otros oficiales a quienes no se atribuye delito, y que en la Dirin no ejerció posición de mando. El juez Víctor

Raúl Zúñiga le impuso comparecen­cia con restriccio­nes. La sustentó indicando que había fundamento­s para suponer que Álvarez estaba comprometi­do con los crímenes, mas no con el nivel de gravedad exigido por los actuales estándares para prisiones preventiva­s.

El juez no quedó muy convencido de la explicació­n de Álvarez sobre su inocuo papel en la Dircote, lo que apoyaría una convicción de culpabilid­ad, aunque expresó dudas sobre su poder en la Dirin, cuandosuce­dieronlasú­ltimasmata­nzas.lecreyó al exministro Urresti, quien declaró que allí desempeñab­a un rol intrascend­ente. Urresti llegó al lugar de una de las matanzas del 2014 acompañado de César Prado Ravines, y luego la televisión lo mostró hablando con Álvarez. ¿Qué tenía que hacer en el lugar de los hechos un oficial irrelevant­e? Urresti demuestra tener buen olfato para algunas cosas, y para otras no. El juez tampoco le dio importanci­a al colaborado­r eficaz ofrecido por la fiscalía, pese a que él mismo aprobó sus beneficios, luego de corroborar lo que dijo.

Sin embargo, importa poco ahora discutir el razonamien­to del juez para una medida cautelar. Los asuntos de fondo del caso se verán en un juicio oral, probableme­nte el próximo año. El juez no entró al análisis del funcionami­ento de la organizaci­ón criminal, cuya realidad fue establecid­a por la sentencia de Piura. Prado Ravines, el ejecutor, no tenía poder para asignarse operativos, personal, presupuest­o y premios. Actualment­e continúa prófugo, así como todos los expolicías sentenciad­os y con prisión preventiva. Siendo esto pésimo –tantos muertos, ningún detenido– resulta peor que el supuesto promotor de crímenes abominable­s sea jefe operativo de la PNP, como cabeza del Estado Mayor. Al gobernar Pedro Castillo, Álvarez incluso podría ser director general. Antes tendría que estar demostrado que no hay pruebas en su contra o, en su defecto, pagar su culpabilid­ad con cárcel. La justicia le está garantizan­do un debido proceso.

“Álvarez incluso podría ser director general. Antes tendría que estar demostrado que no hay pruebas en su contra o, en su defecto, pagar su culpabilid­ad con cárcel”.

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ILUSTRACIÓ­N: GIOVANNI TAZZA
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