Las razones del patriarca ruso para no reunirse con Francisco
Esta semana, Kirill iba a ● encontrarse con el Papa en Kazajistán para hablar de la guerra en Ucrania Las relaciones entre las ● iglesias Católica y Ortodoxa nunca fueron sencillas.
Este miércoles se iniciará el VII Congreso para Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales en Kazajistán, a donde acudirá el papa Francisco. Hasta hace poco, la presencia del líder de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kirill, también estaba asegurada y se esperaba una reunión entre ambos para discutir sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, el patriarca de Moscú canceló. ¿Sería válido pensar que fue una decisión política?
Walter Sánchez Silva Saldarriaga, periodista de la agencia católica ACI Prensa, responde a
“Este tipo de encuentros tienen como objetivo, primero, el diálogo religioso, por lo que convoca a gente de distintas confesiones. Lo que se busca son esfuerzos que apunten al bien común y la paz”.
¿Kirill, entonces, canceló para evitar hablar de la guerra? “Es posible”, añade. “Desde que la guerra empezó, el papa Francisco ha hecho de todo para que se depongan las armas. Recordemos que, en abril y coincidiendo con la pascua de los ortodoxos, le escribió una carta a Kirill para trabajar juntos por la paz en Ucrania”, comenta el periodista.
Hay que tener en cuenta, apunta Sánchez Silva, que las relaciones entre los representantes de ambas iglesias jamás fueron sencillas. “No es que los católicos no hayan querido acercarse, sino que hay sectores ortodoxos que no están abiertos al diálogo. Juan Pablo II intentó encontrarse con Alexis II, el anterior patriarca, pero no fue posible. Benedicto XVI hizo lo mismo y tampoco. Tres años después de que Francisco asumió, recién se reunió con Kirill en el aeropuerto de La Habana por dos horas y hablaron sobre asuntos generales. Este pudo haber sido el momento ideal para otro tipo de diálogo”, comenta.
—Fe y política—
“Cuando hablamos de este tipo de dignatarios religiosos, las presencias o ausencias reflejan sus posiciones políticas. Finalmente, estos eventos son actos diplomáticos”, señala por su parte Juan Fonseca, historiador y especialista en la Iglesia Católica. Para el profesor de la Universidad del Pacífico, la cancelación de Kirill es su forma de expresar disconformidad con el papa Francisco.
Pero Kirill es un actor político aliado del presidente de Rusia. Alguna vez dijo que la llegada de Putin al poder fue “un milagro”, y ha justificado así la invasión rusa: “No queremos pelear con nadie. Rusia nunca ha atacado a nadie. Es sorprendente que un país grande y poderoso nunca haya atacado a nadie, solo ha defendido sus fronteras”.
Para Fonseca, Kirill no puede avalar explícitamente el conflicto, pero plantea un discurso nacionalista que muestra la guerra como un instrumento. “Además, como la Iglesia Ortodoxa es uno de los elementos esenciales de la identidad nacional rusa, se pueden construir discursos morales que unan
y energicen el espíritu del pueblo”, agrega.
—“Monaguillo de Putin”—
El Sumo Pontífice es testigo de la situación y no ha guardado silencio. En una entrevista al “Corriere della Sera”, contó que conversó con Kirill a través de una videollamada el pasado 16 de marzo. Durante los primeros 20 minutos de la junta –que duró el doble–, el ruso le “leyó, con una tarjeta en la mano, todas las justificaciones para la guerra”. Él se quedó atónito y, cuando el patriarca terminó, el Papa le dijo: “Hermano, no somos clérigos del Estado. No podemos usar el lenguaje de la política sino el de Jesús”. “El patriarca no puede transformarse en monaguillo de Putin”, afirmó al diario italiano.
De allí que Fonseca entienda que la guerra, al menos por ahora, no va a cesar, y que, en todo caso, Rusia está determinada a llegar hasta l as últimas consecuencias. “Kirill, finalmente, está jugando un papel fundamental como legitimador de la guerra”, dice.
Y concluye: “Reunirse con Francisco hubiera sido un buen gesto, una llamada a la distensión, en especial para el lado ruso. Justamente por eso podría asumirse que Moscú la impidió. Hubiera sido una sorpresa si se concretaba”.