Contraofensiva de Ucrania en últimos días remece a Rusia
● Unos 6.000 km cuadrados le han sido arrebatados a las tropas rusas en el norte, este y sur del territorio ucraniano ● El Kremlin habla de reagrupación para enfocarse en región de Donetsk.
La guerra en Ucrania viene dando un giro en los últimos días que pocos avizoraban hace un par de meses. Cerca de 6.000 kilómetros cuadrados han sido arrebatados a las tropas de Rusia en el norte, este y sur del territorio ucraniano, luego de una rápida contraofensiva de las fuerzas del país invadido.
Se trata del mayor avance de las fuerzas ucranianas desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero y la mayor derrota en los más de seis meses de conflicto bélico.
“La liberación de localidades en manos de invasores rusos continúa en las regiones de Járkov y Donetsk”, dijo ayer el Ejército de Ucrania en un comunicado.
El último sábado, Rusia confirmó el repliegue de tropas del sur de Járkov, pero sostuvo que se trata de “una reagrupación para reforzar” a sus huestes en la región de Donetsk.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se mostró ayer bastante esperanzado en un video difundido en las redes sociales: “Desde el inicio de setiembre nuestros soldados ya liberaron 6.000 km2 de territorio ucraniano en el este y el sur, y continuamos avanzando”.
A comienzos de junio, el mismo Zelenski había reconocido que aproximadamente 125.000 km2 estaban en manos rusas, entre ellos 43.000 km2 de Crimea y zonas de la cuenca del Donbás que el país había perdido antes de la invasión de febrero.
Las tropas ucranianas también han ingresado a dos ciudades que son vitales para el suministro de armas y provisiones para los rusos: Izium y Kupyansk.
Luego de estos reveses, el Gobierno Ruso retomó ayer el tono ofensivo y anunció el bombardeo de las zonas recuperadas por Ucrania en la región de Járkov.
“Gracias a Dios que el Ministerio de Defensa comenzó, por fin, a lanzar ataques contra la infraestructura [ ucraniana]. Esperemos que, de una vez por todas, todo esto tenga un carácter más firme”, afirmó a la prensa rusa el líder de la anexionada península ucraniana de Crimea, Serguei Axionov, en otra crítica a Moscú.
Mientras tanto, el jefe del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, aseguró que Rusia “logrará los objetivos” de la operación militar especial en Ucrania”, y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, descartó que sea el momento de sentarse a negociar con Kiev.
–¿Qué respuesta viene?–
De acuerdo al Ministerio de Defensa del Reino Unido, “las fuerzas rusas probablemente fueron tomadas por sorpresa, varios sectores eran débilmente controlado y las unidades ucranianas tomaron o rodearon varias localidades”.
Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., señaló hace poco en Bruselas: “Podemos decir que Ucrania está procediendo con un plan fuerte y habilitado por los recursos que muchos estamos brindando”.
Además de las armas que Occidente viene suministrando al régimen de Kiev, “The New York Times” revela que el trabajo de inteligencia ha sido vital para la contraofensiva ucraniana. El medio no solo se refiere a los datos sobre “puestos de mando y depósitos de municiones”, sino también al aprendizaje sobre las acciones rusas y el cuidado y astucia con los que Kiev ha usado la información sobre los planes del Kremlin.
¿Se viene un contragolpe mortífero de Moscú? ¿Rusia endurecerá sus ataques?
El internacionalista Francesco Tucci considera que es muy probable que no suceda
ello. La razón: no cuenta el Kremlin con la logística para sostener enfrentamientos tan seguidos, como los que se sucederían en el sur en los siguientes días. “Allí los ucranianos han destruido varios puentes, así que los rusos no pueden garantizar una logística de combate que les permita movilizar toneladas de armamento y repuestos”.
Llevar suministros por aire o por agua tampoco sería suficiente para mantener una línea de fuego. “Y, poco a poco, las necesidades del Ejército ruso seguirán aumentando, por lo que no podrán operar sin refuerzos”, remata Tucci.
El viceministro ucraniano de Transformación Digital, Georgii Dubynski, cree que en las próximas semanas el Kremlin “intentará nuevamente atacar la red eléctrica” y que las armas convencionales pasarán a segundo plano. “En la próxima fase de la guerra, intentarán destruir nuestros sectores energéticos y financieros”, declaró.