Memoria de un legado artístico
Charo Noriega La muestra “Presencias continuas” rinde homenaje póstumo a la artista que marcó toda una época como integrantedelcolectivoEPSHuayco.Seinaugurahoy.
Cuatro años atrás, en entrevista con El Comercio, a propósito del reconocimiento como Personalidad Meritoria de la Cultura que le hacía el Gobierno, Charo No riega recordaba su camino en el arte, desde el traslado de la Universidad Católica a la Escuela de Bellas Artes hastalas nuevas búsquedas para seguir creando. La última de ellas, antes desude ceso en abril pasado, fue sobre la naturaleza y el arteshipibo.D esdes u perspectiva, esta última era como un laberinto, uno que asociaba a las cataratas y que hoy se ha convertido en la obra símbolo del homenaje que sus amigos organizan.
Más que una exposición, “Presencias continuas” es una cariñosa despedida a la amiga de temperamento fuerte, pero frágil a la vez; a la libertad creadora que la caracterizaba y esa envidiable capacidad para replantear su lenguaje visual.
—Arte versátil—
De perfil bajo pero con un talento desbordante en la plástica, la propuesta de Cha ro No riega se centró en la pintura; sin embargo, su impronta quedó grabada tempranamente desde fines de los setenta hasta inicios de los ochenta, cuando integró los colectivos de crítica social y política Paréntesis y EPS Huayco.
Junto a artistas de la talla de Fernando `Coco' Bedoya, Enrique Polanco y Armando Williams –quienes también son parte de la exposición–, supo capturar el espíritu de los tiempos turbulentos que le tocó vivir y propiciar un encuentro entre el arte contemporáneo y la expresión popular. De aquella época quedaron grabados en la historia del arte peruano la imagen “Sarita Colonia”, pintada sobre un soporte conformado por 12 mil latas de leche vacías en un cerro del kilómetro 54 de la Panamericana Sur, o la provocadora “Salchipapa”, con que iniciaba la muestra “Arte al paso” en la galería Fórum allá por 1980, como una manera de cuestionar lo políticamente correcto dentro del circuito cultural limeño de entonces.
Bajo la curaduría de Gianina Bellmunt, la exposición exhibirá las obras de una veintena de artistas que conocieron y respetaron el trabajo de la homenajeada y que de alguna manera “se han cruzado, como una intersección, con algún momento en la creatividad de Charo”. Es, en suma, una muestra de la madurez a la que ha llegado aquella generación que soñó con “despertar al Perú a través de su arte”, como precisa Bellmunt. Cada una de estas obras tendrá un QR disponible que lleva a un video que cada participante ha grabado para compartir el cariño en forma de recuerdos que dejó la inolvidable Charo.
La muestra que honra el legado de Charo exhibe pintura, escultura, poesía y video arte.