Así como he vivido a la mar
“San Pedro de los Chorrillos” El fotógrafo Mario Colán inaugura hoy en Barranco una exposición sobre el día a día de los pescadores artesanales de la costa limeña.
Aveces, una mudanza y un ojo sensiblepueden convertirse en el principio de algo. Eso le pasó al fotógrafo Mario Colán (Lima, 1978) cuando llegó a vivir al malecón de Chorrillos, cerca de la entrada al barrio Alto Perú. Desde allí, pudo observar con detenimiento un lugar que ha servido como fuente de alimento a los peruanos desde tiempos ancestrales: la caleta de Chorrillos, donde la Asociación de Pescadores José Olaya trabaja.
Ya que la playa Pescadores le quedaba apenas a una escalera de distancia, empezó a frecuentar la zona, a observar a los hombres de mar que allí trabajaban, sus rutinas, esfuerzos y carencias. Hacia el 2016, habló con el presidente de la asociación de pescadores y solicitó permisoparahacervisitasesporádicas mientras desarrollaba su proyecto a lo largo de tresaños.Desdeelprimerdía, los pescadores mostraron hacia su trabajo tanta disposiciónyrespetocomoMariohacia el suyo. “Podría decir que la gente se tomó las cosas con alegría y con los días me volví invisible a sus ojos, lo cual es fantástico para un trabajo documental como este”, cuenta el fotógrafo.
—Saberes marinos—
Una de las cosas que descubrió Colán es que la pesca artesanal es, sobre todo, una actividad de personas mayores. “En esta zona en particular nadie de las generaciones siguientesleshatomadolaposta, lo que significa que la caleta podría `extinguirse', ya que no hay una valoración social/ laboral del trabajo del pescador. Se está convirtiendo en una suerte de actividad pintoresca en la zona”, asegura el fotógrafo. Curiosa paradoja en un país que habla todos los días de su cebiche y otros platos marinos, pero casi nunca de los hombres que extraen los principales insumos para su preparación.