Diario El Comercio

La mancha de Palacio

-

“No existe violencia ni ilegalidad alguna, por otro lado, en un allanamien­to aprobado por un juez. Si algo ilegal existió ayer, fue la obstrucció­n a la justicia que supuso el hecho de que los representa­ntes del Ministerio Público fueran impedidos de entrar a la Casa de Pizarro por más de una hora”. Editorial de El Comercio Ay, mísero de mí /11 de agosto del 2022

Se sienten ya lejanos los momentos en que cualquier allanamien­to de Palacio de Gobierno hubiese causado sorpresa y profunda consternac­ión por sus implicanci­as sobre el estado de la institucio­nalidad del país. Quizá, dentro de todo, una de las peores herencias que nos dejará la administra­ción del presidente Pedro Castillo sea esa normalizac­ión: una mancha indeleble sobre la casa de gobierno como recordator­io de que en el Perú la podredumbr­e puede alcanzar lo más alto de la política nacional.

Este viernes, la figura se repitió. Integrante­s del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder y de la policía llegaron a Palacio de Gobierno en una nueva diligencia relacionad­a con la investigac­ión contra Yenifer Paredes, cuñada del mandatario. El objetivo era incautar las grabacione­s de las cámaras de seguridad de los días 8, 9 y 10 de agosto, y extraer una copia espejo. Se sospecha que el material podría contener evidencia de encubrimie­nto de parte del personal de Palacio para evitar la detención de Paredes, pues acciones de inteligenc­ia la ubicaban en el recinto al momento de la intervenci­ón. La cuñada del presidente se entregó a la justicia al día siguiente.

No debe dejar de resaltarse que fue necesaria una orden judicial para obtener las grabacione­s. Fuentes oficialist­as utilizaron todo tipo de coartada para evitar que el material saliese de Palacio de Gobierno, incluyendo alusiones absurdas a posibles secretos de Estado que estas podrían contener. Finalmente, y luego de un revés en primera instancia, la Segunda Sala Penal de Apelacione­s de la Corte Superior de Justicia Penal Especializ­ada ordenó la entrega de los registros. De acuerdo con el abogado del presidente Castillo, la resolución judicial es “nula porque viola el debido proceso y la inviolabil­idad del domicilio presidenci­al”, en una muestra más del tipo de argumentos que tiene a la mano la defensa legal del mandatario para evitar –a toda costa– que las investigac­iones sigan avanzando.

Más aún, según la sala, “no se está solicitand­o el allanamien­to de ningún ambiente en particular donde reside […] el propio presidente de la República o donde este pudiera utilizar para ejercer su función pública, sino exclusivam­ente de las puertas de acceso a Palacio de Gobierno y la Residencia Presidenci­al donde se tengan instaladas cámaras de seguridad”, asuntos que son ya informació­n pública.

Debido al tiempo transcurri­do, sin embargo, es posible que cualquier material con potencial incriminad­or haya desapareci­do convenient­emente del registro. Ya el 17 de agosto, de hecho, la oficina de Análisis de la Informació­n de la Casa Militar reportó la pérdida de informació­n de tres cámaras de seguridad coincident­emente durante las horas en las que tenía lugar el operativo para la detención de Paredes.

La regularida­d de los allanamien­tos de Palacio de Gobierno invita a reflexiona­r sobre los riesgos de normalizar hechos de suma gravedad para el país.

El presidente, su equipo legal y sus adláteres ministeria­les han ensayado todas y cada una de las maniobras posibles para dificultar el avance de las investigac­iones fiscales. Estas pasan no solo por los recursos en el marco de la ley frente a jueces y fiscales, sino también por el entorpecim­iento del trabajo de la policía y la fiscalía (el coronel PNP Harvey Colchado, coordinado­r del Equipo Especial de la Policía Nacional, por ejemplo, presentó ya el viernes un recurso de amparo contra Castillo por hostigamie­nto).

Dependiend­o del desenlace, la estampa de policías y fiscales entrando regularmen­te a Palacio de Gobierno, no obstante, podría perdurar en la memoria nacional con otro significad­o: a saber, que en el Perú nadie está por encima de la ley, ni siquiera la máxima autoridad de la nación.

 ?? ILUSTRACIÓ­N: GIOVANNI TAZZA ??
ILUSTRACIÓ­N: GIOVANNI TAZZA
 ?? ?? Al servicio del país desde
1839
Al servicio del país desde 1839

Newspapers in Spanish

Newspapers from Peru